Libros, rosas, doblete y baño
La fiesta fue total en Barcelona con el triunfo de Alcaraz, Sant Jordi y la victoria del Barça
Para Carlos Alcaraz era un día muy especial. Jugar una final no ocurre todos los días y es algo reservado a unos privilegiados como él, que con tan solo 19 años ya ha sido número uno del mundo. También era un día muy especial para los catalanes, para quienes el 23 de abril, Sant Jordi, se convierte en una gran fiesta de la cultura y el amor. Libros y rosas invaden el país, el centro de las ciudades se convierte en una plétora de afamados lectores buscando la última novedad literaria y enamorados y enamoradas a la caza de la rosa más esplendorosa para regalar a su pareja. Pero había más. El BarçaAtlético coincidía con la final entre Alcaraz y Tsitsipas y la cercanía del Spotify Camp Nou hizo que los `uiiii' de los culés se escucharan de fondo. Seguro que Charly vivió ajeno a todo ello concentrado en lo que tenía por delante, una final en Barcelona, un escenario muy especial donde levantó el título el año pasado y donde este 2023 ha conseguido su primer doblete.
El Barcelona Open ya nunca podrá marcharse de su corazón, ávido de títulos desde que consiguiera el primero en Umag en 2021 y tras vivir un 2022 de ensueño. Previsiblemente cuando salió de la Casa Club para dirigirse a la pista central a librar la última batalla del torneo miró de reojo la piscina. `Espero estrenar aquí la temporada de baño en un rato', pensaría el bueno de Carlitos.
El agua, fría seguro, le recibió con los brazos abiertos tan solo unas horas después de verle pasar cargado con sus bolsas y un gran reto por delante. Serio, concentrado, repasando mentalmente las instrucciones de su padre tenístico, Juan Carlos Ferrero, que seguro que le trazó el mejor plan para batir a Stefanos Tsitsipas.
El rostro de Carlitos era totalmente diferente cuando cogió carrera para lanzarse y disfrutar del momento junto a todos los recogepelotas del torneo. Qué felicidad dejar atrás todos los entrenamientos, el trabajo incesante, los retos inmediatos, la agenda llena, las instrucciones, los compromisos... con 19 años no hay nada mejor que lanzarse a una piscina y divertirse jugando con el agua con otros chavales que ya son incondicionales de Carlos, pero que en el agua se convierten en cómplices y amigos por unos minutos. El doblete en Barcelona ya es una realidad, esto ya queda para siempre en su palmarés y hay que disfrutarlo y celebrarlo aunque sea tan solo unas horas.
El Masters 1000 de Madrid está a la vuelta de la esquina y es el nuevo reto que aparece en el horizonte de Carlitos Alcaraz, un jugador que sabe que está destinado a convertirse en leyenda y que consciente de ello está trazando el camino cuidando todos los detalles para que así sea.
Su entorno está pendiente en todo momento de que nunca haya un desvío en la ruta y Charly lo acepta porque sabe que ellos creen en él, están ahí para ayudarle y acompañarle en su sueño.