Vallecas resiste al fútbol moderno
Hablar del Rayo es hablar de Vallecas. Y en Vallecas “muchos se consideran antes vallecanos que madrileños”, asegura Ignacio Pato, autor del libro `La Grada', editado por `Panenka'. En él describe, a través de ocho capítulos, cómo se gesta la relación entre los aficionados y sus respectivos clubes a través de la historia, los protagonistas que la construyen y las particularidades de cada lugar. Sí, existen paisajes comunes, puntos de encuentro, alegrías que recuerdan a la del vecino, pero no existe una grada igual que la otra. El autor, un madrileño residente en Barcelona, intenta describir estas diferencias huyendo de cualquier tópico. Esta obra emana amor por el fútbol desde un punto de vista histórico y sociológico. Pato, en un ejercicio empírico, realizado sobre el terreno, se sumerge en las entrañas de cada club en busca de aquello que les diferencia del resto. Quienes habitan en Vallecas forman parte de la investigación que nos regala `La Grada'. “Tradicionalmente el voto ha sido de izquierdas, tienen especial sensibilidad con esas políticas”, asegura. En un fútbol en el que los clubs más poderosos han instaurado una especie de dictadura de la victoria, entidades como el Rayo Vallecano sobreviven gracias “al sentimiento de comunidad, a la memoria y la resistencia a las sinergias del mercado, incluso del capitalismo”, reflexiona Pato, que no comulga con eso de que “o triunfas o fracasas”, un dogma que “también pasa en la vida”. Y es que “es muy difícil ganar en el fútbol, muy pocos lo hacen”. La victoria, en Vallecas, no es el marcador, sino la actitud de su grada.