Ganar la Liga en el club más difícil del mundo

SER ENTRENADOR DEL BARÇA ES UNA PROFESIÓN DE RIESGO. Porque el Barça, como volvió a recordar ayer Xavi, es el club más difícil del mundo. El equipo está a punto de conquistar la Liga, tras tres temporadas de sequía, y la sensación que se transmite desde cierto entorno es más de desasosiego que de ilusión. Es verdad que el Barça solo ha ganado uno de sus últimos cinco partidos (incluyendo el de Copa) y que el encuentro ante el Rayo fue, en palabras del propio técnico blaugrana, “el peor de la temporada”. Pero no se puede dudar de este proyecto. El Barça tiene 11 puntos de ventaja sobre el Madrid (recordemos, doble campeón de Liga y Champions) a falta de 7 jornadas para el final del torneo. Ha demostrado, a lo largo de toda la competición, una solvencia extraordinaria. Y el título que está a punto de conquistar tiene mucho valor. Especialmente si analizamos de dónde venimos. Se enfada Xavi cuando le preguntan si la Liga se le está haciendo larga. Y se enfada con razón y lo argumenta: “Larga se me hizo el año pasado, cuando luchábamos por la segunda plaza. Se me hizo una eternidad”. Este Barça que se está construyendo puede ser campeón con una diferencia abismal sobre el segundo clasificado solo unos meses después de haber sufrido mucho para entrar en posiciones de Champions. La evolución es evidente. Hay mucho que mejorar. Por supuesto. La derrota en Vallecas fue dolorosa por la pobre imagen ofrecida (“Nada salió bien. Estuvimos mal en valores y en concepto futbolístico”, reconoció Xavi haciendo autocrítica) y porque no se aprovechó el tropezón del Madrid en Girona. Pero no hay que convertir la ilusión del título en un drama...

Esta noche, ante el Betis en el Spotify Camp Nou, el Barça debe reaccionar. Y recuperar las buenas sensaciones que ha transmitido a lo largo de casi toda la campaña. El bajón circunstancial de los últimos encuentros es lógico. Se acumula el cansancio físico y mental. Las piernas pesan. La cabeza no responde con tanta eficacia. Hay que hacer un esfuerzo para cambiar esta dinámica y sentenciar la Liga cuanto antes. Dominando otra vez los partidos. Con más intensidad. Y con más fluidez. Basándose siempre en el estilo. En el modelo. Que es lo que hace fuerte al Barça. Todo lo que se ha hecho hasta ahora demuestra que se va por el buen camino. Falta rematar el trabajo. Y hacerlo con brillantez.