Laporta se queda sin `vacas sagradas'
Primero fue Piqué. Más tarde, Busquets. Y ahora, Jordi Alba. El Barça se ha quedado sin `vacas sagradas' en apenas seis meses. Desde que el central anunció su precipitada retirada del fútbol, en noviembre del 2022, se ha visualizado claramente un fin de ciclo irreversible en la plantilla blaugrana. Que, de alguna manera, se inició hace dos veranos con la traumática marcha de Messi. Los componentes del mejor Barça de la historia han ido desapareciendo de la fotografía por diferentes circunstancias pero con un nexo común: los problemas económicos del club. Sus altas fichas, en algunos casos incluso desproporcionadas, habían lastrado la recuperación financiera de la entidad y habían condicionado negativamente el `fair play'. La salida de todos ellos ha supuesto un oxígeno para las arcas del Barça, que puede seguir construyendo su proyecto de futuro sin estas cargas salariales absolutamente desorbitadas. Laporta ha conseguido, aunque le ha costado más de lo que esperaba, reducir drásticamente el coste de la plantilla del primer equipo. Era uno de sus principales objetivos (también del vicepresidente económico Eduard Romeu) cuando asumió la presidencia hace poco más de dos años. Y es que solo la salida de estos tres futbolistas significa un ahorro de 120 millones de euros. Por no hablar de las bajas anteriores de Messi (100 millones anuales) y Griezmann (50 millones). Otra cosa es el efecto deportivo de estas salidas. Porque el equipo está perdiendo referentes (y capitanes) a marchas forzadas. La baja del crack argentino (al que ahora se pretende recuperar) ha sido irremplazable. También será muy difícil aprender a jugar sin Busquets.Y Alba, a pesar de todas las críticas recibidas (muchas injustas), todavía tenía capacidad para ofrecer un buen servicio al equipo de Xavi como suplente... pero, claro, no a cualquier precio. El caso de Piqué es diferente porque fue el propio entrenador el que le dijo que ya no tenía nivel para jugar en el Barça. Tengo el convencimiento de que si todos estos futbolistas no hubieran tenido unos salarios tan elevados, seguirían en el vestuario blaugrana.
Jordi Alba se despedirá mañana, junto a Busquets, de los socios y aficionados blaugranas en el Spotify Camp Nou. Una despedida que coincidirá, además, con el último partido en el `viejo' estadio blaugrana antes del inicio de las obras. Un adiós que bien merece un gran homenaje. Porque se van dos futbolistas históricos (probablemente ambos a Arabia Saudí) que son leyenda del club. Busquets ha jugado 721 partidos y ha conquistado 32 títulos. Alba ha disputado 458 encuentros y ha ganado 18 trofeos. Un palmarés extraordinario para dos canteranos extraordinarios.
Las salidas de Piqué, Busquets y Alba dan oxígeno económico al Barça