La bestia negra de Ter Stegen
El emblema del Celta le ha marcado 9 goles al meta alemán, pero su titularidad está en el aire tras dos suplencias consecutivas
El Celta lleva años subsistiendo gracias a Iago Aspas, que ha salvado del descenso al equipo vigués en más de una ocasión con sus goles y liderazgo. ‘Trofeo Zarra’ al máximo goleador español de la Liga en cuatro ocasiones, esta campaña solo suma tres dianas y vive, con Rafa Benítez en el banquillo, una situación totalmente anómala para el de Moaña.
Hace dos semanas, en la victoria (0-3) en Pamplona, Iago Aspas se quedó sin sumar un solo minuto por decisión técnica, una circunstancia que no ocurría desde 2021.
A sus 36 años, Aspas sigue siendo el ídolo de la afición del Celta y la gran esperanza a la que aferrarse. La pasada jornada, en Getafe, el ‘Príncipe de las Bateas’ volvió a ser suplente, pero esta vez sí tuvo minutos y fue clave en la reacción celtiña. Los celestes igualaron un 2-0 en contra, pero Jaime Mata marcó el definitivo 3-2 en el añadido y los de Benítez siguen con la amenaza del descenso, y solo tres puntos de ventaja respecto al Cádiz. Balaídos pide la titularidad de Iago Aspas contra el Barça, y más teniendo en cuenta que es la bestia negra de Ter Stegen, a quien le ha marcado nueve goles en trece partidos.
El Barça suele pasarlo muy mal en feudo vigués y en gran parte es por el acierto de Iago Aspas, que necesita una gran actuación para recuperar el protagonismo perdido. El cuadro azulgrana se le da muy bien al de Moaña, pues en total le ha marcado 10 goles y ha repartido 4 asistencias en 20 partidos. La única diana que no le marcó a Ter Stegen fue a Jasper Cillessen en un 2-0 la temporada 2018-2019. Aspas, consciente de la pérdida de velocidad punta en sus últimos años de carrera, se está convirtiendo prácticamente en un repartidor de juego. Esta temporada -y ya desde la pasada- es habitual verlo bajar de la delantera al centro del campo para tener contacto con el balón y dar ese último pase con una visión de juego privilegiada.
Y es que Iago es un enfermo del fútbol, de aquellos que ven hasta los partidos de Ligas menores. Vigo se encomienda a su príncipe para no llevarse un gran disgusto en su centenario.