Un triángulo inédito para visitar Balaídos
Iñigo Martínez apunta a titular haciendo pareja con Araujo con Andreas Christensen de nuevo en la medular como pivote
Xavi ha sido objeto de muchísimas críticas, pero nadie podrá dudar en lo que a la búsqueda constante de soluciones se refiere. Una de sus actuales obsesiones está en recuperar la solidez defensiva perdida esta temporada y que, precisamente, fue clave para ganar la Liga en la pasada. El técnico lo ha probado prácticamente todo, casi siempre condicionado por las bajas, sobre todo por lesión. El once de Balaídos tiene toda la pinta de que volverá a presentar novedades. La principal, si así lo decide Xavi, es ver a Iñigo Martínez de nuevo en el once inicial como ocurrió ante el Granada en Montjuïc, partido en el que disputó los noventa minutos haciendo pareja junto a Pau Cubarsí, que también completó el partido. De hecho, el canterano, de los últimos siete partidos, ha disputado seis como titular y ante el Villarreal jugó toda la segunda mitad saliendo desde el banquillo. Es probable, pues, que en Vigo arranque como suplente y que Ronald Araujo, que no jugó ante el Granada, forme pareja con Iñigo Martínez, que también cuenta con la confianza absoluta de Xavi.
La gran novedad, si el técnico mantiene la apuesta que hizo ante Alavés y Granada, es ver, por delante de los dos centrales, a Christensen, que, más allá de resultados y dinámicas, está convenciendo en la posición de pivote, respaldado por Frenkie de Jong y los interiores. El danés llevaba tiempo testándose en los entrenamientos para adquirir los automatismos necesarios para ejercer de mediocentro. El problema es que no es lo mismo hacerlo en la Ciutat Esportiva que exigido por los rivales en plena competición. No parece que a Xavi le vaya a temblar la mano a la hora de insistir en la idea. De hecho, se trata de un movimiento que busca reforzar el sistema defensivo, tanto con balón como sin él, algo que Christensen puede aportar. Sería la primera vez que este triángulo formado por Andreas, Iñigo y Ronald juega junto y de inicio. Los tres, de perfiles muy distintos, pueden aportar la solidez defensiva que necesita el equipo para sacar el máximo rendimiento al potencial ofensivo que, por lo menos en la Liga, sigue intacto.