La hora de Lewandowski
Robert Lewandowski debe ser el líder que necesita el Barça en la Champions para seguir vivos. Su experiencia es imprescindible
El pinchazo del Real Madrid en Vallecas abre un poco LaLiga pero en el vestuario del Barça no modifican el discurso. La plantilla asume que soñar con el campeonato doméstico es poco menos que utópico y mantiene que la Champions es el camino idóneo para ilusionarse de aquí a final de curso. Quizá no pensando en levantar la ‘orejona’, pero sí en llegar lejos.
Tras casi tres meses de espera, al fin llega una cita que sabe a caviar para un barcelonismo sediento de grandes compromisos en los últimos años. Desde 2021, cuando cayó en octavos frente al PSG, el Barça no ha vuelto a la fase eliminatoria de la Champions. Los azulgranas vuelven a un lugar que, por caché, nunca debieron abandonar. En medio de una temporada convulsa en todos los sentidos, la magia de la Champions es lo suficientemente potente como para voltear cualquier estado anímico. Para bien y para mal. En los últimos 15 años, muchas veces los azulgranas ostentaban la vitola de favoritos pero quedaron apeados por errores puntuales. Ahora en el otro lado de la moneda, esa circunstancia podría jugar a favor.
El camino que empieza el miércoles en Italia exige no cometer errores y aprovechar las ocasiones que se generen. De esto último debe encargarse Robert Lewandowski, que habla como pocos el idioma que requiere la Champions. Son ya 22 eliminatorias a sus espaldas.
Resurgido en lo que va de 2024 con ocho goles en 12 partidos, el polaco es el principal argumento culé para asustar a la zaga napolitana. Tras varios meses por debajo de su nivel habitual, Robert ha despertado a tiempo para acabar con las especulaciones respecto a su futuro y liderar al
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Barça en el tramo decisivo del curso. Cuando ha transcurrido ya año y medio desde su fichaje por el conjunto azulgrana, el ex del Bayern de Múnich al fin se planta ante el verdadero objetivo de las famosas palancas del verano de 2022: fichar a jugadores contrastados capaces de marcar diferencias en noches señaladas. Después del fiasco del curso anterior en la fase de grupos, al fin ha llegado la hora de Robert, que ya sabe lo que es levantar la ‘orejona’.
Si el ariete arrancó la temporada pasada a fuego pero fue perdiendo fue
lle, en el presente ejercicio confía en dibujar una trayectoria opuesta. Picado consigo mismo y con las voces más críticas, el delantero está listo para tirar del carro en el Maradona. Físicamente se encuentra mejor que en los últimos meses y mentalmente ha superado el bache. Tanto Lewy como sus compañeros saben que el camino que arranca en Nápoles exige pragmatismo. Llegar lejos no dependerá de jugar más o menos vistoso, sino de estar concentrados al mil por cien, no regalar nada al oponente y, sobre todo, hincar el diente cuando sea el momento del Barça. Y eso requiere mentalidad ganadora y fe, porque, como en Balaídos, el tesoro puede estar en el último suspiro. Lewandowski, que sumó ante el Celta su gol número 50 como culé superó a Henry-, asume además la responsabilidad de regular las emociones de un vestuario muy joven y con piezas muy inexpertas en Europa. No solo él, sino que los Ter Stegen, Gündogan, Cancelo y compañía deberán ejercer de psicólogos para evitar una sobremotivación que suele ser contraproducente. Las voces de la experiencia tendrán que aportar la tranquilidad necesaria en las horas previas al encuentro.