Sport

Un ejemplo del (mal) modelo de gobernanza

- TONI FRIEROS

Varios amigos, todos ellos socios barcelonis­tas, me preguntan a qué me refiero cuando pongo en tela de juicio el actual modelo de gobernanza del FC Barcelona, que les presente algún ejemplo. Les digo que el hecho de que su presidente y junta directiva, nada más aterrizar en el club en marzo de 2021, cambiara el código ético para beneficiar a unos pocos, ya fue toda una declaració­n de intencione­s. No tengo la más mínima duda de que lo que Evarist Murtra bautizó como “nepotismo” se agudizó con la huida despavorid­a del CEO Ferran Reverter (¿qué vería para tomar aquella decisión tan sorprenden­te?).

El ejemplo más claro de lo que sostengo tiene un nombre: compliance officer. ¿Qué hace un compliance officer? Debe asegurarse de que todos los procesos del club cumplan con la ley y garantizar que sus operacione­s se ciñan a las normas internas. Para que lo entendamos mejor, es una figura muy parecida a la del intervento­r de un ayuntamien­to. Ha de velar por que todos los concursos y contratos se ajusten a la legalidad. Un profesiona­l independie­nte, respetado, ajeno al poder, un fiscalizad­or que no puede tener el más mínimo nexo con el alcalde o regidores. De ser así, sería inmediatam­ente relevado de su puesto, porque es quien debe actuar como primer cortafuego­s a la hora de evitar chanchullo­s, triquiñuel­as y corruptela­s. Con Ferran Reverter también se marchó el compliance officer del club, Xavier Mas, que había ostentado ese cargo en la multinacio­nal Media Markt Iberia. ¿A quién puso en su lugar Laporta? Al abogado Sergi Atienza. ¿Saben lo que hizo Atienza días antes de hacerse oficial su nombramien­to? Borrar todos los tuits de su cuenta de Twitter, red social en la que era muy activo. Quienes le seguían pueden testificar que era muy contundent­e en sus opiniones políticas, defensor a ultranza de Laporta y crítico feroz de Rosell y Bartomeu, así como a la hora de referirse a los rivales de Laporta en las últimas elecciones, Víctor Font y Toni Freixa.

A pesar de su ímprobo esfuerzo por borrar todos esos tuits, han quedado registrado­s muchos de ellos. Y, claro, no puede negar la evidencia. Hay uno, publicado el 22 de diciembre de 2020, que por sí solo ya justifica este artículo. Dice así: “¡Hola! Hace unos meses que estoy trabajando en el despacho con Joan Laporta y ahora colaboro en la campaña electoral. Si eres socio del FC Barcelona o conoces gente que lo sea y quieres dar tu firma para la candidatur­a de Joan Laporta, me lo dices y gestionaré su recogida”. Sin embargo, ninguno tan contundent­e como este: “Mi posición de apoyo y trabajo en favor de Laporta es pública y legítimame­nte parcialísi­ma. Se llama libertad ideológica”.

Es decir, el FC Barcelona tiene en el vital e importantí­simo cargo de ‘compliance officer’ a un profesiona­l (ojo, no juzgo sus aptitudes, este artículo no va de eso) que en cualquier otro proceso de selección jamás hubiera sido elegido por manifiesta incompatib­ilidad y contaminac­ión. Como mínimo, ideológica. ¿Se imaginan ustedes al intervento­r de un ayuntamien­to a firmar que está‘ parcial isísim amente’ a favor del alcalde? Aes tome refiero, entre otras muchas cosas y casos, cuando sostengo que el modelo d ego bernanz ad elFC Barcelona debería ser otro.

La elección del actual ‘Compliance Officer’ es un botón de muestra

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain