Iñigo Martínez regresa a San Mamés
El central de Ondarroa vuelve a la que fue su casa durante cinco temporadas y de la que se fue con la carta de libertad
Iñigo Martínez vuelve a San Mamés tras su aterrizaje en Barcelona el pasado verano procedente del Athletic. El central de Ondarroa regresa a la que fue su casa durante cinco temporadas tras marcharse de Bilbao con la carta de libertad y con polémica. Hubo cruce de comunicados cuando el jugador decidió emprender una nueva aventura a sus 32 años. Desde el club vasco, se dijo que había sido imposible llegar a un acuerdo con el futbolista para renovar su contrato, mientras desde el entorno del defensa se aseguró que nunca había habido oferta de renovación. Todo ello provocó que el futbolista recibiese insultos por parte de algunos aficionados en las redes sociales y que desde el club vasco se pidiese que se acabaran dichos insultos y se tratase con respeto al actual jugador del Barça. Es por ello que es una incógnita la manera en la que la afición del Athletic puede recibir al central, que no pudo jugar en San Mamés en el partido de Copa del 24 de enero porque estaba recuperándose de la lesión que se había hecho en Barbastro unas semanas antes. Sí se enfrentó a su exequipo en Montjuïc en la primera vuelta de la Liga en un partido ganado por el Barça por la mínima gracias a un gol de Marc Guiu. Iñigo Martínez es una de las dudas de la alineación que presentará Xavi. El central regresó a los terrenos de juego a principios de febrero y ha ido alternando la titularidad con el banquillo. Fue titular en Nápoles en la ida de los octavos de la Champions, pero no tuvo minutos el pasado fin de semana ante el Getafe, partido en el que Pau Cubarsí brilló. Es por ello que Xavi decidirá entre ambos para formar junto a Ronald Araujo contra el flamante finalista de la Copa del Rey.
32 MILLONES Iñigo, en su etapa en San Mamés, disputó un total de 177 partidos con la camiseta del Athletic, logrando ocho goles. Fue siempre indiscutible en el centro de la zaga, aunque el curso pasado se perdió un buen número de partidos por problemas en un pie que le obligaron a pasar por quirófano el pasado verano cuando ya era futbolista del Barça. A San Mamés había llegado desde la Real Sociedad previo pago de su cláusula de rescisión de 32 millones de euros, cantidad que le convirtió en el fichaje más caro de la historia del Athletic.