Ignorar el pasado, confundir el presente

Desconozco porque el presidente de la Liga Española, Javier Tebas, se erige en portavoz el FC Barcelona. Aunque para el caso, da igual. Dijo Tebas en Londres que el Barça no se va a convertir en el Ajax, un club que produce grandes jugadores pero no los puede retener, porque factura 1.000 millones de euros. La frase de Tebas incluye dos ignorancias y una confusión.

Ignora la historia del fútbol, no solo la del Barça. Los clubes sobreviven mientras hay una razón de ser cultural, económica, social o política que los justifican. Cuando aquélla necesidad se pierde, desaparecen. E ignora que un club de fútbol es una conjugación de sentimientos y emociones con resultados deportivos y económicos. Un complejo que no se aprende a gestionar en ninguna escuela de negocios. Y confunde el presente. Porque los clubes que conforman la élite son aquellos que han sabido leer y anticipar las transformaciones que periódicamente se operan en el mundo del deporte y el fútbol. Los clubes que no supieron o no pudieron adaptarse, pero que siguen siendo necesarios en su ámbito territorial o sentimental, transitan en las divisiones inferiores, más o menos satisfechos con su destino.

La pregunta es: ¿el fútbol vive un cambio de paradigma como el que sufrió durante la década de los noventa con la irrupción de la televisión privada y el ‘caso Bosman’? Yo creo que sí. Y luego, ¿está sabiendo responder el FC Barcelona a este cambio? Yo creo que no.

Si el Manchester fue espejo y ejemplo a principios de siglo por su capacidad de interpretar el futuro, hoy lo es por lo contrario. No hace falta recurrir al Ajax, ni tan siquiera al Milan. Pero mirar de vez en cuando los palmareses de las distintas competiciones y preguntarse por

qué, siempre es un plus.