Abrines: el capitán total
El mallorquín se reunió con todos los capitanes de los equipos inferiores del Barça, con la intención de compartir su experiencia como máximo responsable del vestuario blaugrana
Ricky es un jugadorazo y no tiene nada que demostrar; puede aportar su experiencia y liderazgo
El primer capitán del Barça de basket, Álex Abrines, vivió ayer una jornada muy particular después del trabajo diario con el primer equipo azulgrana. Y es que el alero mallorquín se convirtió en el protagonista de un encuentro singular con la base blaugrana.
La iniciativa, impulsada por el Centro de Excelencia Deportiva del FC Barcelona y enmarcada dentro del Programa Cultura y Valores, reunió ayer en la Ciutat Esportiva a todos los capitanes de los equipos inferiores del Barça para intercambiar opiniones e ideas con el primer capitán azulgrana, que estuvo a disposición de los chavales para cualquier pregunta.
La actuación del Centro de Excelencia Deportiva tiene como objetivo de compartir de manera participativa una guía interna sobre el modelo de capitanía del Club, dirigido por Roger Pallarols, que fue el encargado de moderar el encuentro en la zona de prensa.
LOS ‘CAPIS’, EXPECTANTES Los capitanes de todos los equipos de la base acudieron a la cita, un tanto expectantes, pero al mismo tiempo muy ilusionados de poder compartir tiempo con el gran capitán azulgrana, uno de los veteranos de la plantilla pero que ha llegado a la capitanía recientemente. Abrines comparte los galones junto al argentino Nico Laprovittola y el checo Tomas Satoransky. Abrines, que se unió al resto de capitanes para comentar aspectos de lo que significa ser capitán, no dudó al ser preguntado sobre el momento más feliz como capitán del Barça.
LA EUROLIGA, UN SUEÑO Recordó haber levantado una Supercopa cuando estaba lesionado con la capitanía de Juan Carlos Navarro, aunque tuvo muy clara su respuesta a la pregunta de uno de los jóvenes capitanes. “El momento que espero con más emoción como capitán del Barça es levantar la Euroliga en unos meses”, dijo el mallorquín. Desde los capitanes del Junior, con su compañero Kasparas Jakucionis y Ousmane Sylla, hasta los más jóvenes del Mini, Max Romero y Martí Grau, todos quisieron conocer de primera mano sus impresiones sobre temas importantes como la humildad, el esfuerzo, la ambición, el respeto o el trabajo en equipo. “El capitán debe velar por todos, animar a los que están pasando un mal momento porque no juegan y hacer de conexión con el entrenador. Un trabajo que requiere estar atento a todo y por suerte, cuento con dos compañeros más para hacer todo el trabajo”, dijo Abrines.
El encuentro organizado por el club blaugrana, tendrá continuidad con las otras secciones en un intento de que los capitanes entiendan el rol que juegan y lo que representan llevando el escudo del Barça. Abrines, ya ha comenzado a vivirlo y disfrutarlo en primera persona, aunque como dice, el sueño está todavía por llegar.
RICKY VA A AYUDAR Para Abrines, la incorporación del base Ricky Rubio solo puede ser vista en positivo a pesar de que el equipo perdió en su debut ante el AS Mónaco. Un encuentro donde entonó el ‘mea culpa’ por los malos porcentajes de acierto de todo el equipo. “Evidentemente habían muchos alicientes tras el parón, con ambos equipos que no pudimos trabajar con todos los jugadores, además estuvimos fatal en los por
El equipo llega bien a este momento; la derrota ante el Mónaco la sufrimos por tirar muy mal
centajes de tiro. Afortunadamente, a los dos días volvimos a coger el camino de la victoria con los mismos de siempre”, dijo Abrines, quizá olvidándose por un momento de su amigo Ricky. “Obviamente Ricky es un jugadorazo y no tiene nada que demostrar ya que lo ha hecho muchísimos años y puede aportar esa experiencia y ese liderazgo que tiene que muchas veces no es dentro de la pista. Por muy amigo que sea, es una gran añadido al equipo”, dijo el mallorquín, que ve a su amigo en muy buena forma. “Lo importante es que tiene muchas ganas de jugar y he de reconocer que hay que tener mucho valor primero para contarlo y dejar de hacer lo que te ha gustado hacer toda tu vida y después dar el paso de volver, que no es fácil. Quiere demostrarse que es más fuerte que la enfermedad y volver a jugar con el Barça”. Abrines tiene claro el objetivo en las próximas semanas. Acabar entre los cuatro primeros es el reto porque diferencia no hay entre el primero que todo parece que seré el Madrid. Vamos a acabar la fase regular en la mejor posición posible entre los cuatro primeros y luego, ver el rival que nos toca que todos van a ser muy complicados”, reconocía el alero.
Para el mallorquin, “la ruta perfecta sería ganar la Euroliga, la Liga Endesa y después una medalla olímpica. No se puede correr tanto, y vamos primero a asegurarnos la plaza en los cuartos”, dijo.