El Barça desnuda a un santo para vestir a otro
Hay cosas que son muy difíciles de entender. Verán, hace pocos días el FC Barcelona anunció la “creación” de Barça One, la ‘nueva’ OTT, la ‘nueva’ plataforma de streaming de contenidos sobre el club. “El FC Barcelona da un paso adelante en este ámbito con la creación de Barça One”, rezaba en el comunicado.
¿Paso adelante? Barça One es prácticamente lo mismo que Barça TV+, la OTT de streaming que el FC Barcelona presentó en sociedad en febrero de 2020. Y encima, para más inri, se han permitido el lujo de plagiar la frase de Dídac Lee, directivo responsable de la estrategia digital del FC Barcelona cuando dijo que
Barça TV+ quería ser “el Netflix o Disney de los seguidores y socios del club”. Para lanzar aquella pionera estrategia digital el FC Barcelona creó
Barça Studios, se invirtieron recursos en la producción de contenidos originales y Barça TV cambió su sede del Camp Nou a Sant Just Desvern. Entonces, ¿qué ha pasado? Ha pasado que cuando los actuales gestores aterrizaron en el
FC Barcelona en marzo de 2021 no supieron ver el potencial de Barça TV+ ni de Barça Studios. En lugar de mejorar y dotar de una estrategia ambiciosa aprovechando la inercia que ya tenían esos activos (habían creado la serie ‘Match Day’, dibujos animados con Sony, proyectos de ficción como La Masia con Albert Espinosa…), los debilitaron prescindiendo de los profesionales que llevaban años construyendo ese pilar del club, profesionales que no eran de un presidente o de una junta y que habían llegado después de un largo proceso de selección. Echaron a Guillem Graell, director del área de Marca, en julio de 2021. Se fueron Enric Llopart, que lideraba el departamento digital, y Jordi Camps. Y en marzo de 2022 despidieron a Paco Latorre como director de Barça Studios y de Barça TV, cerrada en una decisión que contradice el actual proyecto de Barça One.
Es decir, el FC Barcelona ha tirado por la borda dos años y gran parte del trabajo que habían hecho los anteriores responsables de Barça Studios, del área digital y de marca. Y ahora que se han dado cuenta de que necesitan dotar de contenido a Barça Studios para poder venderlo dentro del paraguas Barça Media, se cuelgan al cuello la medalla de Barça One. Y si el plan era añadir la posibilidad de acceder a los mismos contenidos financiados por publicidad y no por suscripción, que era la apuesta inicial de Barça TV+, no hacía falta desmantelar todo y cambiar de proveedores. Un modelo, el de la publicidad, que está limitadísimo por los acuerdos de patrocinio del propio club. Hoy, la estrategia digital y de marca la lidera Paloma Mikadze, hija de la jefa de gabinete del presidente del club. La producción y comercialización de contenidos está en manos de Joan Domènech, cuya agencia fue responsable de los vídeos de campaña de Laporta. Y la nueva empresa que gestiona todo el negocio audiovisual (Barça Vision, Barça Studios y Barça eSports) es responsabilidad del casi octogenario Toni Cruz, un genio de los contenidos de televisión, pero de otros tiempos. De esta película ya hablaremos otro día.
Barça One es prácticamente lo mismo que Barça TV+, el llamado Netflix de los socios