Sama Nomoko, la gacela imparable
EL DE MALI MARCÓ ESTE FIN DE SEMANA DOS GOLES CON EL CADETE A Y OTRO CON EL JUVENIL B
Las gacelas son muy comunes en las sabanas de Mali. Gacela proviene de la palabra persa ‘ghazal’ que significa elegante y rápida. Ese animal herbívoro puede alcanzar los 97 km/h. En La Masia encontramos futbolistas de diferentes tipologías pero todos ellos tienen cualidades innatas a trabajar como nexo común. Samakou Nomoko, nacido en Mali, y con ocho temporadas en La Masia es el punta más veloz de la cantera. Aunque no llegará nunca a la cifra de los 97 km/h que alcanzan las gacelas, su velocidad en el césped es prácticamente indetectable para cualquier lateral.
EXTREMO GOLEADOR ‘Sama’ es la gacela del Cadete A, equipo con el que suma esta temporada diez goles y ocho asistencias. Las actuaciones de Sama, regulares durante todo el curso, alcanzaron su cenit este fin de semana con dos partidos soberbios. El sábado el Cadete A de Arnau Blanco recibió la visita de un Sant Cugat que se plantó en la Ciutat Esportiva con un planteamiento valiente. Presión alta y línea defensiva en el centro del campo. No contaron con las capacidades atléticas de Sama, cuya velocidad es útil en espacios limitados pero inabordable con metros por delante. Sama marcó dos goles y repartió dos asistencias completando su mejor partido del curso. El Barça lo bordó ganando 6-0. Las bajas del Juvenil B le brindaron la oportunidad de jugar su segundo partido con el equipo de Pol Planas el domingo ante el Cornellà. Sus últimos 28 minutos fueron un prodigio de potencia e inteligencia que culminaron con el definitivo 3-2 en el último minuto del encuentro con un remate exterior que se coló por la escuadra de la portería de los visitantes. Ser más rápido que cualquiera de sus compañeros y rivales es algo que viene de serie, pero el fútbol no es atletismo y Usain Bolt comprobó en sus carnes como ser el más veloz no te acerca a ser el mejor futbolista. Sama es toda una gacela que desborda gracias a su velocidad, pero a esta virtud indudable le suma otras características imprescindibles. Los técnicos del Barça lo conocían desde que jugaba en el Santa Eulalia de Hospitalet, pero se decidieron a captarlo después de comprobar sus recitales en el Cornellà. Con el Benjamín C que dirigía Albert Puig Alcaide Sama ya era imparable por su cambio de ritmo, pero los forera madores blaugranas se propusieron pulir su juego. Gracias a los centenares de entrenamientos y partidos que disputó en sus cuatro años en el fútbol-7 del Barça, Sama fue mejorando su técnica y capacidad de entender el juego. Ayudaba mucho su carácter competitivo desbordante. Cuentan que tan ambicioso y ganador que después de algunos partidillos en los entrenamientos acababa llorando si el resultado no acompañaba. Sama no es un ‘7’ al estilo Garrincha que recibe y desborda a base de magia. Su juego es aportar amplitud, profundidad y desborde exterior e interior. Su fútbol es muy agresivo e inteligente. Como las gacelas de Mali, Sama es rápido y elegante. Si sigue luchando, progresando y no afloja, nadie podrá frenarle.