LOS ‘DANIS’ TIENEN UNA CITA CON LA HISTORIA DE LA COPA
Dani Rodríguez, faro del club bermellón desde la mediapunta, y Dani Vivian, internacional español, llegan a la final copera con dos historias muy distintas
A Dani Vivian y Dani Rodríguez nadie les ha regalado nada. El primero pasó desapercibido por el Athletic durante toda su infancia hasta que su rendimiento y su hambre competitivo cayeron por su propio peso. El segundo, por su parte, tuvo que soportar ‘palos’ en su carrera profesional que hubieran hundido a cualquiera. Sin embargo, aquí están, preparados para ser dos de los faros de Athletic y Mallorca para la gran final de la Copa del Rey.
UN COMPETIDOR NATO Quién se lo iba a decir a aquel niño de Vitoria que compaginaba el fútbol con el judo, que se fajaba en los terrenos de juego de Euskadi y que, mientras, se iba a un torneo en Francia para enfrentarse a oponentes mayores que él sobre un tatami. Así se pasó su infancia Dani Vivian, un niño que no jugaba, que solo competía. “Nosotros pasábamos los siete días de la semana entrenando judo y fútbol. Luego, nosotros entrenábamos todos los días también. Junto a su hermano hacíamos carrera continua, series, juegos... No sólo hacíamos físico, a veces charlábamos o dábamos un paseo”, recuerda José Vivian, padre de Dani, a SPORT.
Entre semanas y semanas de competición fue creciendo un jugador que, a los 15 años, decidió acercarse al Athletic. Fichó por el Santutxo, club que presidía el padre de Ibai Gómez, después de que todos los clubes por los que había pasado le dijeran que no podían darle todo lo que el futbolista era capaz de ofrecer. Y en Santutxo cambó la historia. Una sola temporada después, el Athletic ya había llamado a su puerta. Su nivel era tal que, cuentan, en el club bilbaíno no entendían cómo ningún ojeador se lo había llevado antes. Hoy, la historia ya es de sobras conocida. De estar en un filial bilbaíno como el CD Basconia a regresar al Athletic después de una grandísima cesión al
“HICIMOS UN VIAJE DE 33 HORAS EN AVIÓN Y SE FUE A CORRER CUANDO LLEGAMOS”, RECUERDA EL AGENTE DE DANI RODRÍGUEZ
“PASÁBAMOS LOS SIETE DÍAS DE LA SEMANA ENTRENANDO FÚTBOL Y JUDO”, ASEGURA JOSÉ VIVIAN, PADRE DEL FUTBOLISTA
Mirandés. Ahora, Dani Vivian es titular con su Athletic, ha debutado ya con la absoluta de la Selección española y estará en una final de Copa del Rey. Compitiendo. Lo que ha hecho toda su vida.
UN TALENTO SACRIFICADO También ha competido y lo sigue haciendo a gran nivel Dani Rodríguez. A sus casi 36 años, el de Betanzos ha logrado lo que siempre había soñado como niño: en Primera División, con los mejores, y currando día a día como el que más. “Estaba todo el día jugando en la calle, no iba a ningún lado sin la pelota. Estaba obsesionado. Dormía con los balones nuevos que me regalaban”, asegura a SPORT Dani Rodríguez. Aquel niño creció y tras su paso por la cantera del Deportivo y su debut en Primera, su carrera entró en colapso hasta que no apareció el Mallorca para rescatarla. Pudo haberse quedado en el Albacete, pero el Queso Mecánico no apostó por él. Por suerte, en las islas volvió a ser el que un día fue. Con un sacrificio “incluso excesivo”, Dani Rodríguez se ha ganado el corazón de todo la afición bermellona. “Es muy cabezón, muy constante y muy intenso”, cuenta su agente, Rodrigo Lovelle. Testarudo con su sacrificio en el fútbol y tranquilo en lo cotidiano: “Me acuesto súper temprano y tengo una vida un poco aburrida, pero es lo que me hace estar al 100%”. Hoy lo estará. Todo lo que ha luchado ha sido por días como hoy.