Mantiene su esencia y aumenta su tamaño

Después de fabricar 3,5 millones de unidades y estar a la venta durante 25 años, Subaru ha renovado uno de sus buques insignia: el Impreza. De esta quinta generación destaca su tracción integral (AWD) y el motor bóxer de cilindros horizontales opuestos.

El nuevo Impreza utiliza una nueva plataforma que ofrece mejoras en la seguridad y el confort durante la conducción, eliminando por completo vibraciones que la rodadura transmite habitualmente al volante, los asientos o el suelo del habitáculo. El nuevo Impreza tiene un 70% más de rigidez torsional y también mejoran los puntos de conexión de la suspensión con la carrocería. Además, el vehículo baja el centro de gravedad 5mm con respecto al anterior. Otro de los puntos fuertes es el sistema EyeSight, que incluye las funciones de aviso de colisión, asistencia a la frenada, control de crucero adaptativo y aviso de cambio de carril. También son importantes el reparto activo de par y el reparto de par en curva, que ayudan a mejorar la seguridad del nuevo Impreza. Respecto a las dimensiones, el Impreza es ahora más largo, más ancho y más bajo. También ha aumentado la distancia entre ejes. Como consecuencia de ello, el habitáculo es mucho más amplio. En cuanto al diseño, se mantiene el concepto de ofrecer un coche deportivo e innovador y que al mismo tiempo sea elegante y robusto. Destaca su parrilla hexagonal en el frontal y sus líneas estilizadas. En el interior se han incorporado materiales de mejor calidad y se han optimizado los asientos.