CICLOTURISMO VERANIEGO
Cambia las maletas por un par de alforjas, olvídate de imprimir tarjetas de embarque, empaqueta lo mínimo y prepárate para unas vacaciones diferentes. Aquí lo importante no es la meta sino el camino recorrido.
Te enseñamos cómo preparar a tu fiel amiga (la bici) para las rutas de las próximas vacaciones.
Carreteras olvidadas, pueblos perdidos, playas, caminos y senderos de montaña, monumentos y pistas forestales, lechos de vías férreas en desuso… están esperando para que te acerques a sentirlos de cerca. Podrás ver, oír, oler y tocar todo lo que te rodea porque tu vehículo es el más natural que existe, tú eres el motor y la carrocería y tu bicicleta el chasis. Disfrutarás, te pondrás en forma y hasta aprenderás a conocerte más a ti mismo. No hay reglas, no hay delimitaciones en el tiempo y el terreno de juego es todo el mundo. Solo hace falta un requisito: que tú y tu bici estéis dispuestos a explorar, a recorrer y a integraros en la zona que recorráis sin alterar nada de lo que haya en vuestra ruta. Como dice la famosa frase: deja solo tus huellas, llévate solo fotografías. Para nosotros no es simplemente ir de un sitio a otro en bici con el equipaje a cuestas, el verdadero “cicloturista de alforja” va más allá, es alguien que se enriquece conociendo a las gentes de la zona por la que se mueve y charlando con ellas, o aprendiendo de sus paisajes, del entorno, de las costumbres de una región... para él lo importante no son los kilómetros recorridos sino las experiencias acumuladas. Agarra tu bici, ponle unas alforjas, busca mapas de esa zona que siempre quisiste conocer o hazte con un buen GPS y olvídate de todo lo demás. Los caminos y las gentes del mundo entero te están esperando.