Sportlife

VOLVER A NACER

-

Hace tres años, Óscar Martín volvió a nacer. “Respiré hondo, miré a mi alrededor y cogí las riendas de mi vida. Empecé a respetarme y mimarme a través de la alimentaci­ón y el deporte y dejé atrás mi anorexia nerviosa. Esta enfermedad se asocia al género femenino, por eso quiero contar mi historia, para decirles a otros hombres que también la padecen que no están solos y que hay una solución”. “Yo era un niño más bien gordito y todos se encargaban de recordárme­lo constantem­ente. A los 14 años -ya rozaba los 90 kg-, empecé a coquetear con la anorexia. Tras las comidas familiares, iba al baño y lo vomitaba todo. Entre semana, apenas comía. Mi peso empezó a descender drásticame­nte, pero mis padres los asociaron al famoso estirón y no se dieron cuenta. Un enfermo de anorexia se convierte en un fantástico mentiroso y mareante de platos de comida. Llevaba una vida bastante sedentaria, tenía tan poca energía que solo podía afrontar las actividade­s básicas de superviven­cia. Me ocasionó graves problemas para socializar, entre otras cosas porque evitaba siempre comer en compañía. Me saltaba comidas, no tenía una rutina alimentici­a marcada y pensaba que no había nacido para el deporte”. “A los 26 años empecé a tener visiones y pensé que me estaba volviendo loco. Tras 2 años de terapia con un psicólogo, con hipnosis, logré revivir el trauma que ocultaba mi anorexia nerviosa: los abusos sexuales que había sufrido durante la infancia y la posterior dificultad para aceptar mi homosexual­idad. Hasta que no fui consciente de todo mi pasado no empecé a ver la luz”. “Necesitaba relacionar­me, verme guapo, vivir la vida, aprender a reírme, viajar, exprimirme laboralmen­te, descubrir mis habilidade­s, dar cariño, recibir cariño… necesitaba volver a vivir. En 2015 firmé el acuerdo conmigo mismo de realizar 5 comidas al día, ¡y aquí estoy! Feliz de mantener ese hábito. He ido suprimiend­o alimentos que me acercaban a la enfermedad, como el azúcar, la bollería industrial, los platos de comida precocinad­a, los snacks, los fritos… Ahora como sin culpa ni remordimie­nto. Una vez retomé las riendas de mi vida, la felicidad, el amor, el cariño y la gratitud ha invadido todo mi ser. Gracias, gracias, gracias por permitir contar mi historia”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain