MI PREPARACIÓN
Llevo 8 meses practicando regularmente la carrera hacia atrás, aunque mis primeros pasos fueron hace 2 años. Empecé muy paulatinamente, con una sesión a la semana en la que combinaba un minuto de carrera hacia delante y otro hacia atrás, hasta acumular 20-30 minutos. Tras ello, incrementé la frecuencia hasta en 3 sesiones a la semana. Con el tiempo llegué a rodajes de una hora. El objetivo era adaptarme progresivamente, pues mi prioridad era competir en el circuito mundial de carreras de subir escaleras en los edificios más emblemáticos. Con vistas al mundial de este año, mi preparación ha sido muy específica pero sin descuidar aspectos importantes para llegar a un buen pico de forma. Al cabo de la semana realizaba 6 sesiones, no solo de correr hacia atrás sino también adelante, escaleras, cuestas... Nunca hago dobles sesiones, prefiero el trabajo de calidad que acumular excesiva carga. No suelo entrenar dos días seguidos a alta intensidad, siempre hago uno regenerativo antes del siguiente. El retrorunning ha supuesto para mí otra forma de entrenamiento, realmente enriquecedora. Desde que empecé, he notado menos molestias de lesiones anteriores. Me ha aportado mucha continuidad y con ello grandes resultados. El hecho de haber conseguido el bronce en el pasado mundial en la prueba de los 400 metros lisos ha sido un logro difícil de imaginar, sobre todo por superar a gente que lleva mucho más tiempo compitiendo. También ha supuesto una motivación extra para los próximos mundiales y retos. Mi forma de concebir el entrenamiento ya no sería igual sin esta modalidad que tanto me está ayudando a crecer como atleta.