Un hombre de acción
El actor, activista desde su juventud, sigue dando guerra a los 66 años. Al menos en el cine.
Samuel L. Jackson interpreta al villano de la comedia de espías ‘Kingsman: Servicio secreto’
La interpretación no fue la primera vocación de Samuel L. Jackson, que siempre soñó con dedicarse a la arquitectura pero, animado por su madre, probó con el teatro para vencer su tartamudez. Tuvo que esperar a los 46 años, cuando protagonizó Pulp Fiction (1994), para ser reconocido como una estrella tardía de Hollywood. Antes fue activista por los derechos civiles –expulsado de la universidad de Atlanta por retener a los miembros del consejo universitario– y coqueteó con el black power de las Panteras Negras. En Los Ángeles se convirtió en el doble de luces de Bill Cosby y realizó sus primeras películas, pero no tardó en instalarse en Nueva York, donde trabajó como portero y se enganchó a la cocaína. Ya rehabilitado, interpretó a un cocainómano en Fiebre salvaje (1991), la cinta de Spike Lee que le puso en el mapa.
Jugador de golf
El éxito de la película de Quentin Tarantino – inolvidable recitando a Ezequiel, papel con el que logró una nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto– le llevó a superproducciones como Jungla de cristal: La venganza (1995), Negociador (1998) y Star Wars: Episodio I. La amenaza fantasma (1999)…
Desde 2008, con el estreno de Iron Man, es Nick Fury, el líder en la sombra de Los Vengadores, personaje que interpretará en nueve superproducciones, la próxima Marvel, Los Vengadores: La era del Ultrón.
Ahora llega Kingsman: Servicio secreto, una comedia donde es el excéntrico villano. Luego vendrán Cell, Barely Lethal, Tarzán y The Hateful Eight, la quinta película que rueda con Tarantino. El resto de su tiempo lo dedica a jugar al golf –todos sus contratos cuentan con una cláusula que le garantiza practicarlo mientras rueda– y a estar con su esposa, la actriz LaTanya Richardson, con la que se casó en 1980 y con la que tuvo a su única hija, Zoe, que pronto cumplirá 33 años.
Está rodando ‘The Hateful Eight’, la quinta con Quentin
Tarantino