La gran epopeya americana
Salvaje y realista, la serie narra la vida de un pionero del Oeste secuestrado de niño por los indios y que llega a convertirse en un magnate de la industria petrolera.
La historia de la humanidad no está habitada por buenos y malos sino por hombres y mujeres en continua labor de supervivencia y la conquista del Oeste americano no fue diferente. Colonizadores e indios lucharon por sus vidas, con el resultado por todos conocido.
En El hijo, la novela de Philipp Meyer finalista del Pulitzer en 2014, tampoco hay héroes ni villanos, sino personas desesperadas que solo intentan subsistir, perdurar, dejar huella. Eli McCullough, protagonista de la adaptación de 10 episodios que ha realizado la cadena AMC, es uno de ellos.
McCullough nace el mismo día de la fundación de Texas
Acotando mucho los saltos en el tiempo de la historia original de Meyer, también coguionista, la serie está dividida en dos partes: la adolescencia de McCullough, a quien encarna Jacob Lofland –nacido el 2 de marzo de 1836 de padre escocés y madre mexicana, el día de la fundación de la República Independiente de Texas–, desde la primavera de 1849, cuando es secuestrado por los comanches, y la segunda, a partir de 1915, transformado en patriarca de una familia de ganaderos, con el curtido rostro de Pierce Brosnan.
Regreso a la infancia
El terrateniente progresa en paralelo a la historia del estado, del ganado al petróleo. Respetado, temido y odiado, solo su nieta Jennie (Sydney Lucas), de 11 años, es capaz de medirse con él. En su ambición, Eli arrambla con los derechos ancestrales de sus vecinos, la familia de Pedro García (Carlos Bardem), mexicanos que no se resignan a abandonar las tierras que ocupan desde hace generaciones. La compleja relación entre los McCullough y los García, con el petróleo en el horizonte, es uno de los puntos más emocionantes.
“Protagonizar esta serie significa una vuelta a mi infancia” –explica Pierce Brosnan, criado por sus abuelos en la pequeña aldea
irlandesa de Drogheda, ya que su padre les abandonó y su madre era enfermera en Londres. “Cuando murieron me mudé a la pensión de mi madre, donde veía viejos wésterns que inspiraron mi carrera. Además, ¡siempre había querido llevar un sombrero texano!”.
Eli, a quien define como“un personaje feroz”, significa su regreso a la televisión 35 años después de haber encarnado al famoso detective Remington Steele. “Estaba buscando algo que me interesara y The Son era perfecta. He tenido la suerte de trabajar siempre en buenas películas sin haber conocido el paro, y esta era una excelente oportunidad de seguir en la brecha”, afirma Brosnan, aunque sabe que el neozelándes nacido en Irlanda Sam Neill fue la primera opción para encarnar a McCullough.
En cinco semanas
“Me llamaron cuando mi amigo Sam abandonó; solo tuve cinco semanas para prepararme… y dejarme crecer la barba”. Pero su apariencia no era lo más preocupante. “Poseo caballos desde que rodé
Enfrentados (2006) con Liam Neeson, así que ya sabía montar. Lo que no controlaba era el acento texano. Tuve que improvisarlo con vídeos de cantantes de country como Willie Nelson”. El resultado, modesto según la crítica, ofendida porque quería un protagonista estadounidense, el jueves 27.