“Hay que ser más positivos”

El matrimonio viaja a Dinamarca para conocer una filosofía basada en disfrutar de las pequeñas cosas.

Un viaje para celebrar los diez años de casados es la excusa con la que Patricia Pérez ha convencido a su marido, Luis Canut, para visitar Copenhague, Dinamarca, en Los Hygge, una pareja muy natural, ( palabra danesa que significa bienestar), reality de seis episodios en el que la presentadora aprende la filosofía que ha convertido a los daneses en los más felices del mundo. ¿En qué consiste? Patricia: En disfrutar de las pequeñas cosas, en sacar partido a los detalles. Si tu placer es tomarte un chocolate, hazlo. ¿Y no te apetece tomarte una hamburguesa? L.: Me las tomo. Patricia es una experta en comida ecológica y le di una semana para convencerme. A los siete días cambiaron mis hábitos por completo, pero aún así ella me subió un par de bollos para comer. De vez en cuando no pasa nada. ¿Cómo surgió la idea de hacer este programa? P.: Nos lo ofrecieron y ha sido el primer viaje que hemos hecho con nuestra productora. Fueron nueve días inolvidables. L.: Al no tener hijos estamos continuamente aceptando trabajos y no nos hemos ido de vacaciones, ni siquiera para nuestra luna de miel. Al día siguiente estaba dirigiendo Las mañanas de Cuatro. ¡Y este era un viaje pagado! (Risas). ¿El ‘hygge’ requiere mucho esfuerzo? P.: Es un estilo de vida en el que la comida natural es muy importante, pero no por eso es más estricto. Lo que pasa es que si no actúas como la mayoría parece que tú sí lo eres. L.: Los daneses tienen mal tiempo y pagan muchos impuestos y aún así son los más felices del mundo. Por algo será. ¿Y cuál es el problema de España? L.: Que no nos lo hemos planteado. Si lees el decálogo del hyggedescubres que todo son cosas que hemos hecho antes. P.: Tenemos un buen clima, la mejor gastronomía, artistas increíbles… Hay que ser más felices. Diez años juntos, ¿cuál es vuestro secreto? L.: Patricia me cae muy bien y eso no se tiene en cuenta en una pareja. P: Nos unen los defectos y no las virtudes. Por eso podemos vivir y trabajar juntos tanto tiempo.

“Nos unen los defectos, no las virtudes”

“Aún no hemos disfrutado de la luna de miel”