Entrena tu cerebro
Responsable del conocimiento, las emociones o la memoria, es uno de los olvidados del organismo. Mantenerlo joven depende de ti.
Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta”, se lee esculpido en las escuelas menores de la Universidad más antigua de España. Es una frase que, sin embargo, la ciencia cuestiona. Porque más allá del cociente intelectual de cada uno, el esfuerzo tiene premio.
El doctor Manuel Fernández Fernández, director del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica y experto de Doctoralia, explica qué pasos debemos dar para un entrenamiento efectivo: “Es importante un chequeo general antes de establecer un programa. Los factores de riesgo son muy parecidos a los cardiovasculares. Una vida sana, con dieta equilibrada y ejercicio moderado y adecuado a la edad son fundamentales, así como alejarse de hábitos como el alcohol y el tabaco, que tienen efectos nocivos para el cerebro”.
No se ve, pero sufre
Este neuropediatra, experto en trastornos de aprendizaje,conducta y desarrollo, hace hincapié en el estilo de vida: “El sedentarismo, una mala alimentación y fumar o beber alteran el riego sanguíneo, lo que supone que el cerebro reciba menos oxígeno. A corto plazo, esta deficiencia impide procesos cerebrales básicos y, con los años, tiene consecuen- cias graves por la acumulación de radicales libres [moléculas inestables] y de sustancias oxidativas que van dañando de forma progresiva y creciente el sistema nervioso”.
El doctor Fernández propone actividades sencillas en nuestro día a día para mantener el cerebro en forma: “Las más beneficiosas son la lectura y la escritura porque ayudan a asimilar la información, procesarla y expresarla de forma fluida. Esto agiliza la mente para tenerla lista y siempre en marcha sin apenas esfuerzo”.
Otras costumbres que debemos mantener son el cálculo y las tareas manuales. “Los procesos rela- cionados con la percepción espacial y la coordinación son fundamentales. Como estar pendiente de las cuentas, manejar el dinero, hacer pequeños arreglos en casa…”
Adiós maquinitas
El entrenamiento específico dependerá de la finalidad. “Si queremos manejar cuestiones matemáticas, habrá que trabajar con números; para el lenguaje, con palabras y comunicación. Y siempre evitar el uso indiscriminado de dispositivos electrónicos”.
Las sopas de letras, autodefinidos, sudokus… orientados a pensar y mejorar la atención también son una buena ayuda.