Con mucho ojo
Divertidas, urbanas, deportivas… Esta primavera, pon un plus de estilo a tu mirada con las gafas de sol que mejor te sientan.
Son más que un complemento. Las gafas de sol se hacen imprescindibles a medida que se aproxima el verano, cuando el astro rey está más cerca de la Tierra, por la alta luminosidad, que afecta a todos pero sobre todo a las personas con los ojos claros, astigmatismo o algún problema ocular.
No a las de mercadillo
Lo primero a tener en cuenta es la calidad de los cristales –descarta las de mercadillo–, pero también la actividad que vayas a realizar y, cómo no, la forma de tu cara. La directiva europea las considera parte del EPI, equipo de protección individual contra riesgos para la salud, y que deben permitir como mucho el paso del 1 por ciento de los rayos ultravioleta –UVA y UVB–, responsables del envejecimiento celular y las quemaduras, que dañan la córnea, el cristalino e incluso la retina, causando dolor de cabeza, picor, pesadez y, en casos serios, enfermedades.
Para uso diario y en la ciudad, debes saber que los edificios absorben parte de las radiaciones, por lo que la protección puede ser media. Si vives en la playa o la montaña, auméntala para neutralizar la luminosidad. Si son para hacer deporte, opta por filtros más altos y cuida que el diseño sea funcional, cómodo, con material antialérgico y que pesen poco. En el coche, elige unas ligeras, que se adapten bien a la cara y no distorsionen los colores ni las figuras porque la percepción del entorno influye en la conducción. Y los cristales, antideslumbrantes.
Forma de la cara
A lo Jackie Kennedy, John Lennon, como las de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes… Hay para todos los gustos. Si tu cara es redonda, te van las monturas ovaladas o rectas. Si es cuadrada, te favorecerán las grandes y amplias en las sienes, como las de aviador. Los rostros alargados son perfectos para gafas de sol, casi todas les sientan bien. Por último, si las facciones dibujan un contorno triangular, las mejores son las pequeñas y rectas.