22 Verónica Blume
nos ayuda a escapar en la presentación de Desconexión total, de A&E
Respirar hondo, apagar el móvil y volcarnos en las cosas que importan”, dice Verónica Blume. Es la actitud necesaria para liberarse del estrés sin recurrir a cambios radicales. Verónica Blume sabe de qué habla porque conoce la Desconexión total, un espacio que muestra cómo varias familias americanas dejan la ciudad por una vida en el campo.
Pero no hace falta trasladarse a ningún sitio. Ella abandonó las pasarelas en el mejor momento de su carrera como modelo internacional porque la asaltaron los fantasmas: “Me daba miedo ser conocida”.
Volvió a Cataluña donde se compró una casa como refugio: “A los 25 años, durante mi embarazo, des- cubrí el yoga, una práctica que ha cambiado mi relación con el entorno y conmigo misma”.
Vive alejada de la gran ciudad, camina descalza, medita, está en contacto con la naturaleza… “Las cosas que nos hacen sentir bien ni se compran ni se venden, y encerrarte, descubrir tu interior no es un acto de egoísmo, es hacer el bien para ti y los demás”.
Sin tele ni móvil
También ha logrado con mucha paciencia que su hijo de 12 años desconecte: “Que no vea la tele ha sido un reto”. Pero no desprecia el medio, “porque ayuda a mostrar la cruda realidad y anima a volver a lo básico”. Sí considera que el móvil “mata la voluntad, al principio no tenerlo produce ansiedad, pero al final es calidad de vida”.