De vuelta a la fama
Descubierta por un cazatalentos cuando trabajaba de chica de guardarropa en un restaurante de Nueva York, Gretchen Mol debutó en el cine con un papel minúsculo en Girl 6 (1996), de Spike Lee, tras una breve carrera de modelo.
Casi de un día para otro encadenó papeles con Abel Ferrara en El funeral (1996), con Mike Newell en Donnie Brasco (1997), con John Dahl en Rounders (1998) y con Woody Allen en Celebrity (1998) y Acordes y desacuerdos (1999) al lado de Christopher Walken, Johnny Depp, Mark Damon o Leonardo DiCaprio.
Gretchen Mol (Connecticut, 1973) era la nueva ‘vecinita de al lado’ rubia y talentosa pero, de pronto, nada. Desapareció. “Todavía no sé si me distraje, si tuve mala suerte o que mis agentes eran inútiles, pero no me llegaron más buenas películas”, dice cuando se acuerda de su semifracasada carrera cinematográfica.
Las series como salvación
Era el momento de volver a empezar y, como suele ocurrir, el teatro fue la mejor solución. Getchen fue escogida por el dramaturgo y director Neil LaBute para representar The Shape of Things en el Almeida de Londres en 2001, al lado de Rachel Weisz y Paul Rudd. “Gracias a la confianza que Neil puso en mí conseguí salir del estado maniacodepresivo en el que caía frecuentemente”.
Por amor al arte, su adaptación cinematográfica realizada dos años después, significó un efímero regreso a las carteleras, confirmado con sus papel en Bettie Page: la chida de las revistas (2005) y El tren de las 3:10 (2007), pero Gretchen ya estaba en otro mundo: la televisión. Tras interpretar a Annie en la versión estadounidense de Life on Mars (20089) llegó el papel de su vida: la carismática Gillian Darmody en la serie de HBO Boardwalk Empire (201014), el primero por el que empezó a ser reconocida como actriz gracias a varios premios compartidos.
Tras ser nominada al Premio Tony por la obra Disgraced, enamorar a Saffron Burrows en Mozart in the Jungle y el pequeñito papel enla oscarizada Manchester frente al mar, Gretchen Mol ha vuelto a ser noticia: es la coprotagonista de Chance, al lado de uno de los iconos televisivos de los últimos años: Hugh Laurie, y en un doble papel que es un caramelo para cualquier actor: “Ser Jacklyn y Jackie es un lujo impagable”, dic.