Citas. El París de fin de siglo
París despidió el siglo XIX agitado política y socialmente. El crecimiento de la ciudad provocó enormes desigualdades, con el nacimiento de movimientos de izquierda. Además, el presidente Sadi Carnot fue asesinado por un anarquista en 1894 y el caso Dreyfus dividió a la nación. En este contexto, que enfrentó a la burguesía con la bohemia, a los conservadores con los radicales y a los católicos con los anticlericales, surgieron varias corrientes artísticas, ahora reflejadas en la muestra París, fin de siglo. Signac, Redon, Toulouse-Lautrec y sus contemporáneos.
Pintura renovada
Es una exposición compuesta por óleos, pasteles, dibujos, grabados y estampas de destacados representantes del neoimpresionismo, el simbolismo y el grupo de los Nabis, vanguardias que capturaron los cambios de finales del XIX y que facilitaron la aparición del arte moderno posterior. En total, 125 obras proce- dentes de colecciones privadas europeas, por lo que se han expuesto en muy pocas ocasiones.
Nenúfares, de Monet, admirado por los artistas de la muestra, abre el recorrido, con tres paradas-salas, cada una de un color.
El neoimpresionismo, con cuadros como Saint-Tropez, de Signac, maestro del puntillismo; El café, de Luce, y Éragny-surEpte, de Pisarro, protagonizan la primera parada.
Le siguen los simbolistas, que hacían una interpretación espiritual del arte, rechazando la realidad, con figuras como Maurice Denis ( Abril) y Redon, creador de unos monstruos inspirados en los grabados de Goya.
Los Nabis, influenciados por el grabado japonés, ocupan la última sala, en la que destacan los populares carteles, pósters e ilustraciones de periódicos como los de Toulouse-Lautrec, Pierre Bonnard y Édouard Vuillard.