Dulces sueños
Aunque ya no tengas tanto tiempo para dormir como en vacaciones, puedes sacarle partido a menos horas.
La ausencia de quehaceres durante las vacaciones permite despertarse más tarde, tumbarse un rato tras la comida, ajustar el reloj biológico a los gustos… Sin embargo, la vuelta al trabajo puede causar problemas a la hora de dormir. Para hacer frente al cambio de ritmo y seguir soñando, los expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de UGR-Grupo Lo Monaco aconsejan “establecer rutinas paulatinamente e incluso adelantar la hora de acostarse y levantarse una semana antes; reducir las siestas; cenar ligero; prescindir de aparatos electrónicos en la cama y regular la temperatura de la habitación. Es tos hábitos forman parte de la higiene del sueño recomendada por los médicos para un descanso nocturno reparador. El doctor Alejandro Guillén-Riquelme hace hincapié en que el cambio debe ser progresivo “para ayudar al cerebro a mantener despiertas todas sus funciones, como la atención, la percepción y la memoria”.
Medidas preventivas
Para situaciones extraordinarias puede ser necesario sumar otras medidas, como dormir solo en la cama – aunque no es lo más romántico, funciona– y despedirse de las terrazas veraniegas hasta bien entrada la noche.
También deben de limitarse algunas bebidas: una cerveza o una copa de vino dan somnolencia, pero abusar del alcohol genera interrupciones del sueño, que es más débil. Tampoco son recomendables el café ni los refrescos con cafeína o energéticos desde seis horas antes de ir a la cama. Por contra, un vaso de leche caliente, una infusión o un batido de plátano –contiene potasio y magnesio, minerales que sirven para destensar– ayudan a dormir bien.
Y, aunque el deporte es bueno y el cansancio propicia el sueño, no conviene practicar actividad física a última hora porque estimula la circulación y nos desvela.
Por supuesto, aunque queramos recuperar el trabajo atrasado, los expertos recuerdan que no deben llevarse a la cama ni tareas ni preocupaciones, ya que los pensamientos negativos y los miedos –incluido el de pasar la noche en vela– son malas parejas.
La Cátedra de Investigación del Sueño asegura que es conveniente seguir estos consejos porque “los trastornos debidos a los desajustes de horarios propios de estas fechas o al nerviosismo de la vuelta afectan a procesos cognitivos, al estado de ánimo e incluso al rendimiento”.