Luján y sus ‘tróspidos’
Un culturista poeta, un modelo internacional, un rico empresario, un tipo chapado a la antigua y un travesti que busca al hombre de su vida ¿Encontrarán a su media naranja?
La presentadora se enfrenta a la quinta edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? con una actitud más comprensiva con las madres del programa.
¿Quién quiere casarse…? Luján Argüelles presenta una quinta edición con un final sorprendente
REALITY Miércoles, 22.45 h
Es su quinta edición, pero esta vez Luján Argüelles se enfrenta a ¿Quién quiere casarse con mi hijo? con una actitud totalmente diferente, la de una madre. Algo que le ha ayudado a entender mejor a Mari Cruz, Silvia, Charo, Joki y Mari Carmen, protagonistas junto a sus respectivos hijos: Jesús, el culturista asturiano –que protagonizará un hecho insólito al final–, Fernando, el tradicional; David, un rico empresario madrileño; Jaime, granadino y modelo, y Pepe, un travesti que ya trabajó en la televisión en Mallorca.
“Una madre protege sin medida a su hijo y, cuando ya lo eres, en- tiendes mucho mejor todo. Incluso puedes prever una situación”, explica Luján, que cambió sus prioridades al nacer Miranda, de 2 años: “Organizo mi agenda sin problemas y en función de ella”.
“Un regalo” para Luján
Para la presentadora, el programa sigue siendo “un regalo”. Y se sigue emocionando con los parti- cipantes: “Tienen tanto que ofrecer y tanta verdad que no paras de saltar en el sofá. Esta edición van a sorprender, como cada año me pasa a mí”. No tiene pareja favorita, dice que “busco en cada uno de ellos aquello que más me atrae. Todos tienen algo que conecta conmigo”.
Para estas cinco madres y sus hijos la experiencia ha sido decisiva
y les ha ayudado a transformar y solucionar aspectos de sus vidas. Jesús, que ha sufrido mucho por amor, destaca que todo ha sido muy auténtico: “Nadie nos ha obligado a decir nada que no quisiéramos. Y delante las cámaras todo es muy real”. Mari Cruz se desvive en halagos para su vástago: “Es el hombre perfecto; no quedan románticos como él”.
David, que lo tiene todo menos el amor, afirma que ha vivido “la experiencia más bonita de mi vida y, además, me ha unido mucho a mi madre, Charo, que no estaba pasando por un buen momento personal”.
“Sentar la cabeza”
Además de sortear sus problemas personales, los participantes han tenido que lidiar con las cámaras. Lo más complicado ha sido mostrarse de un modo natural en su propio entorno. Algo que terminaron superando al término de la grabación. “Lo he pasado genial, y al final aprendes a relajarte y a disfrutar con la experiencia”, dice Pepe, un dependiente “con aires de marqués” que algunos conocen como la travesti La Kilómetro y Medio, y que busca a un hombre que le cuide, le quiera y le invite a cenar.
Silvia quiere para Fernando una mujer que le haga sentar la cabeza y madurar, ya que el andaluz se suele quedar solo con lo superficial de sus conquistas, que apenas le duran. “Ha sido un gran acierto participar. No me he reído más en mi vida”, asegura. Algo que también le sucede a Jaime, el top internacional, que asegura “no tener sentimientos y no haber llorado nunca por una mujer”.
Pero la televisión puede cambiarlo todo. “Este espacio es como una novela y la gente se enganchará desde la primera entrega”, explica emocionada Luján. Un millón de espectadores ya lo han hecho en su estreno.