Patricia Montero.
Entrevista con la colaboradora de El Hormigueroy participante de la segunda edición de Masterchef Celebrity
Según el juez Pepe Rodríguez “ha sido complicado domar su genio”. Y es que Patricia Montero ha apostado fuerte en una edición en la que, hasta ahora, prima el buen rollo entre un grupo de cele
brities aficionadas a la cocina. Las armas de esta actriz y exatleta de 29 años: su dulzura y un espíritu competitivo.
¿Cómo surgió la posibilidad de formar parte de Masterchef Celebrity?
La oferta llego a través de mi representante. Enseguida dije que sí, pero tuvimos que realizar una prueba de cocina durante una hora. Yo la hice con Jose Corbacho y Silvia Abril, y elaboré un solomillo Wellington. Fui muy atrevida, aposté fuerte desde el principio.
¿Eras seguidora del programa?
Sí, pero no mucho porque no veo la tele.
¿Y te habías planteado participar alguna vez?
No, porque solo llevaba una edición. Pero me gusta la cocina, mi suegra es cocinera y lo tengo muy metido en casa.
Los jueces y tus compañeros dicen de ti que eres una contestataria …
Lo han exagerado un poco. Lo cierto es que siempre digo lo que pienso, y en Masterchef eso no vale. Hay que decir todo el rato “Sí, chef”, y callar y callar y callar. Ellos son los profesionales y tienen unos criterios y conocimientos que yo no tengo, así que, al final, he tenido que darles la razón.
¿Te preparaste antes de entrar a concursar?
Muchísimo. Estoy agradecida a Aurelio Morales, que ha sido el chef que me ha ayudado y me ha enseñado en el restaurante Cebo Madrid. He estado mucho tiempo allí como aprendiz.
¿Con qué compañero te has llevado mejor?
Con Silvia Abril. Nos hemos hecho muy amigas. Nos empezó a unir la maternidad, porque ambas tenemos niñas pequeñas, y han surgido cosas muy bonitas entre las dos durante la grabación.
¿Es verdad que el jurado es tan estricto?
Sí, cien por cien. Y tengo que decirte que lo que se ve en televisión es poco.
¿Has sufrido mucho?
Se pasa realmente mal porque hay mucha presión. Muchas sonrisas y lágrimas. Cuando yo veía a Loles León en la edición anterior llorar, no suponía que fuera para tanto, o a Cayetana, que era mi favorita. Pero cuando lo vives entiendes todo.
“En el casting cociné un solomillo Wellington”
¿Y de verdad os habéis llevado tan bien?
Sí, nos hemos reído mucho y también hemos llorado juntos. Formamos una pandilla de muy buenos amigos, porque si no es así no aguantas tres meses grabando. Ha sido una experiencia maravillosa.
¿Tienes otros proyectos?
Tengo algunas ofertas televisivas que no puedo contar y volveré con mi sección a El hormiguero, que cambiará un poco. Se l lamará La última superviviente y recrearé escenas de películas.