‘La zona’
Eduard Fernández lidera esta ficción de ocho entregas sobre unos crímenes que destaparán irregularidades en la evacuación.
Eduard Fernández y Álvaro Cervantes encabezan el reparto de esta ficción policíaca sobre unos crímenes en un escenario posnuclear. Ocho entregas tras tres meses de grabación en Asturias. Viernes 27.
Movistar +.
Mostrar lo que ocurre tras un accidente nuclear una vez deja de ser noticia. Ese es el reto de Jorge y Alberto SánchezCabezudo en su nueva creación, un policíaco con un claro protagonista: “Como José Sancho en
Crematorio, Eduard Fernández lleva el cincuenta por ciento de la trama; aporta la humanidad y el realismo que necesitamos”.
Si aquella serie ahondaba en la corrupción valenciana novelada por Rafael Chirbes, La zona se traslada a un enclave asturiano devastado por un accidente en el reactor de una central. Han pasado tres años, y los evacuados empiezan a regresar a las casas que dejaron abandonadas, donde un crimen trae de vuelta a Héctor, el personaje de Fernández.
“Es un inspector de policía en crisis, que se reincorpora a su puesto sin haber superado la culpa de haber sobrevivido a la tragedia en lugar de su hijo. Su trabajo le redime”, dice Eduard.
Álvaro Cervantes será su compañero, Martín: “Mientras inves- tigamos las muertes en la zona de exclusión, descubrimos otros asuntos del desastre y cómo se reorganiza ‘chungamente’ la sociedad”. Hay saqueadores que sobreviven de ven- der mercancía contaminada, especuladores y políticos que se aprovechan de las víctimas. “Se muestra la pérdida de principios y valores; el egoísmo, la corrupción y la manipulación de hechos”, añade Alexandra Jiménez, médica en la ficción.
El foco, en lo cotidiano
“No es una serie de ciencia ficción, sino realista, sobre lo cotidiano, para lo que hemos tomado como referencia la documentación de Chernóbil y Fukushima”, explican sus creadores. También se han implicado los actores: “Me impactó Voces de Chernóbil, de Svetlana Aleksiévich, con relatos de víctimas que son estremecedores”, comenta Álvaro.
Los exteriores son un protagonista más. Las fábricas y pueblos abandonados contrastan con la belleza del paisaje de los concejos
“Para prepararme, leí sobre Chernóbil” (A. Cervantes)
“Grabamos cuatro meses en increíbles paisajes” (E. Fernández)
de Langreo, Pravia, Carreño… y Gijón. “Rodar en ellos durante 15 semanas, todos los días, ha sido duro, pero ha compensado porque en imagen resultan impagables”, reconoce Eduard.
“Encontrar los espacios naturales ideales ha sido un reto para el equipo de producción y de arte”, admiten los Sánchez-Cabezudo. Dado que allí no hay nucleares ni les han dejado grabar en ninguna, la que sale es obra de Juanma Nogales, jefe de efectos digitales, de ahí que en la ficción aparezca bautizada como Central Nuclear de Nogales.
Ocho capítulos
El episodio titulado
En tierra de nadie
abre esta tanda de ocho, con 50 minutos de duración, en los que Daniel Sosa (Bajo sospecha) firma la fotografía; el vestuario, Clara Bilbao (Goya por Nadie
quiere la noche); y Rosa Morales (Crematorio) el casting de más de cien actores. Entre ellos Emma Suárez, Salva Reina, Luis Zahera – con una trama de humor negro al estilo hermanos Cohen– y Carlos Bardem: “Me habr ía encantado coincidir con Eduard, pero no compartimos secuencias”. La noticia de que hubo errores de identificación con las primeras víctimas de la catástrofe indignará a los afectados, como a Héctor, cuyo hijo está entre ellas. Esa irregularidad añadirá drama y misterio al relato.
“A partir de un gran guión hemos hecho una ficción muy cuidada , aunque prefiero decir que es una película muy larga, competitiva y exportable”, asegura Eduard. De momento, se ha estrenado en el Festival de Cine de Sitges; Beta Film, que la distribuye fuera, la ha vendido a Polonia y Latinoamérica y sus creadores planean la segunda tanda.