‘Mongolia’.
Irónicos y mordaces, trasladan a la televisión la crítica política de la revista del mismo nombre. ¿Su línea editorial? Ellos aseguran que atea y de izquierdas, pero sin fanatismos.
Edu Galán y Dario Adanti aportan su humor satírico en Al rojo vivo
Dónde están los límites del humor? ¿Hay una cruzada de los políticos contra los cómicos? ¿Está en riesgo la libertad de expresión? Edu Galán y Darío Adanti, de la revista satírica Mongolia y colaboradores de Al rojo vivo, reflexionan sobre estas cuestiones y otros temas de actualidad. ¿La sátira es humor? Edu: Bueno… los que nos dedicamos a la sátira no siempre hacemos humor. Darío: La sátira siempre tiene una ironía detrás y es una crítica a algo que está pasando. Y como se plantea desde la exageración, unas veces puedes resultar divertido, otras veces soez y chabacano… ¿Ha sido fácil adaptar vuestro estilo a la televisión? E.: Nos ha condicionado mucho el ritmo. Nuestra sección es como un concierto de Los Ramones, todo muy rápido. D.: Sí, son unos catorce o quince chistes en apenas tres minutos. ¿Antonio García Ferreras os pidió algo concreto? D.: Quería una viñeta de humor político, muy al estilo de lo que se hace habitualmente en EE.UU. E.: En España nunca se había hecho algo así y tan subido de tono. La apuesta es bastante arriesgada y no nos toca ni una sola coma. A lo mejor quiere que le echen (risas). ¿Cómo definiríais vuestra línea editorial? E.: Mongolia es una publicación de izquierdas, racionalista, marxista, atea y republicana. D.: Pero no somos fanáticos. Nuestra crítica siempre es hacia los poderes políticos, sean progresistas o conservadores. Lo importante es molestar. ¿El periodismo crítico está en peligro? D.: Sí. A partir de la crisis de 2008 nacimos muchos medios independientes, que lo seguimos siendo. Por eso agradecemos a La Sexta esta oportunidad. La redes sociales también son un buen aliado, ¿no? E.: Sí, porque no tenemos dinero para publicidad. Y las redes permiten que, con ingenio, te des a conocer a mucha gente. ¿El atentado terrorista en Charlie Hebdoos hizo más prudentes? D.: Vivimos aquello con relativo susto, pero se nos olvidó rápido (risas). Ahora hay una responsabilidad extra, ya que una viñeta tuya puede poner en peligro a otros y no merece la pena morir por un chiste. Es difícil encontrar el equilibrio.