El teleadicto
“Amable cese de esfuerzos”. Es la expresión políticamente correcta y de un equilibrio como poco inexacto que ha usado Carlos Herrera para definir la cancelación de ¿Cómolo ves? Si me preguntas a mí, Carlos, lo vi horriblemente mal desde el principio, y me habría resultado preocupante que los datos no hayan sido como han sido. No todo está perdido. Creo que no hace falta transición para pasar a hablar de Carmen Martínez Bordiú y su entrevista en el Sábado Deluxe. Nunca veré un programa en que se la trate como celebrity al uso, así que ni sé lo que contó ni me importa. Lo que quería comentar es una reflexión (más honesta que otras) hecha por Jorge Javier en su blog, en la que medita sobre cómo la crispación que vive el país afecta a la audiencia. Coincido con él en que es un factor muy relevante que favorece a los espacios de política, obvio, pero creo que no castiga a los de entretenimiento por igual. Sálvame, y Telecinco en general, no han tenido la cintura habitual para nutrirse de la actualidad a su manera; sin embargo, tengo la sensación de que en los realitiesdel buen rollo, como Masterchef y OT, la combinación de personas de procedencias variadas –todos orgullosos de su cultura– con grandes dosis de esfuerzo, compañerismo y humor funciona como contrapunto de esa otra realidad mucho más gris y alienante. Y apetece ver esa cohesión entre personas (incluso diría que entre espectadores) tanto como respirar. Si por mí fuera, los juntaría a todos en la Academia para que canten el Amigos para siempre en la feliz versión de El
intermedio, qué idea tan apropiada. Y esto, ¿cómo lo ves?