Vida sana. Jugar, crecer, soñar
Se acerca un tiempo de ilusión y regalos para los niños que los adultos deben fomentar porque les hace felices y forma parte de su infancia y aprendizaje. Conoce sus beneficios.
La teoría más conocida sobre desarrollo del juego es probablemente la de Jean Piaget, según la cual los niños pasan por tres etapas: funcional, hasta los 2 años; de representación, de los 2 a los 6, y de reglas, de los 6 a los 12. Gracias a ellas, el pequeño disfruta, descubre su entorno, prueba, pone en marcha su imaginación, aprende y madura, tanto cognitiva como emocionalmente.
Para Inma Martín, del Comité de Expertos de Imaginarium, “es imprescindible para un crecimiento sano y armonioso. Un niño que juega es un niño sano”. Los padres, según el informe ‘Juega con Ellos’, de Famosa, también reconocen su valor: el 50 por ciento cree que fomenta la creatividad, y algo menos, la capacidad de sociabilizar y el 40,5 , su desarrollo físico y mental. Además, el 87 por ciento sabe que jugar con sus hijos es importante.
Muchas posibilidades
A los intercambios de rol con muñecos, coches o disfraces, los clá- sicos de mesa o experimentos, y aquellos que se practican al aire libre, en el siglo XXI se han consolidado los asociados al ordenador, que cada vez comienzan en etapas más tempranas. “Continúan la tendencia de innovación de años anteriores en la que conviven juguetes tradicionales y tecnológicos”, señala el informe de la Aso-