Marlasca
del pasado que conmocionaron a España
levantó mucho revuelo, tendrá su hueco porque “marcó un antes y un después en la profesión”, pero el caso que más le impactó fue el secuestro de Anabel Segura: “Que dos apestados sociales, para salir de la ruina, raptaran a una cría en La Moraleja (Madrid) porque pensaban que era rica, fue tremendo. Esa simpleza me horrorizó de manera especial”.
Desde su estreno el 26 de noviembre, supera los 400.000 espectadores (7 por ciento de media), un buen dato para la medianoche: “Antes, durante la dictadura franquista, decían que se leían sucesos porque no se podía hablar de política, pero estas noticias siempre han interesado. Son temas humanos como la muerte, el amor, el sexo, la codicia, la traición…”.
Oscura fascinación
Pero… ¿por qué existe esa fascinación mediática por el criminal? “Hay una tentación de empatizar con ellos, pero yo que he conocido a algunos, no son tan interesantes como Hannibal Lecter, que escuchaba música clásica o pintaba. Normalmente son más cutres. El ‘asesino de la baraja’, por ejemplo, que lo parecía, solo era un idiota que, un día borracho como una cuba, decidió entregarse porque estaba aburrido”.
“El secuestro y asesinato de Anabel Segura me impactó”