‘Broken’.
Perseguido por sus propios fantasmas, el padre Kerrigan es el principal apoyo de un barrio marginal de Irlanda del Norte.
Sean Bean interpreta a un cura en Broken, de la BBC
Michael Kerrigan es el párroco católico de un ficticio pueblo de Irlanda del Norte. Es un sacerdote carismático, implicado en su comunidad, incorformista y adelantado a su tiempo. Su preocupación por los feligreses es la base de Broken, un drama con el sello de la BBC protagonizado por Sean Bean, también productor ejecutivo.
Vértigo religioso
Tras su participación en la primera temporada de Juego de tronos, Bean ha trabajado en series como Legends, Wasted o Missing, pero nunca se había puesto una sotana. “La primera vez fue un poco estresante; cuando estás arriba y ves a tanta gente pendiente de tus palabras, te da vértigo”.
Si alguien espera de esta serie una crítica a la Iglesia, se equivoca ya que, aunque en Broken los sacerdotes son ‘humanos’, se representan como pi- lares de una comunidad perseguida como ha sido la católica norirlandesa.
Así que además de paliar los problemas de los feligreses, el padre Kerrigan tiene sus propios fantasmas. De pequeño sufrió abusos sexuales de su párroco, como miles de niños durante casi setenta años en toda Irlanda. “La pena y la culpa lo llevan a mantener una batalla consigo mismo todos los días para que no afecte a los demás… ”
Cada capítulo de los seis que forman la primera temporada se centra en un miembro de la comunidad para tratar temas como la homofobia, la salud mental, la marginalidad, el racismo, las adicciones e incluso el mal funcionamiento de las instituciones públicas. Y a través de los casos que llegan a su parroquia, la serie aborda los temas bajo el prisma de la moral católica. “La diferen- cia de clases ha borrado a la clase trabajadora en Reino Unido e Irlanda del Norte es la zona más afectada”.
“La primera vez que me puse la sotana me entró vértigo”