Vida sana.
Las bajas temperaturas debilitan las defensas y permiten la entrada de virus y bacterias. Aquí te damos unos consejos para impedirlo.
Gana la batalla al invierno
El frío no es el problema, pero a menudo lo hacemos responsable de las enfermedades de invierno, sobre todo las que afectan a nariz, garganta y bronquios.
Para hacerles frente, lo primero es diferenciarlas. Las más comunes son la gripe y el resfriado. Ambas tienen su origen en un virus, causan tos y estornudos y se transmiten fácilmente, pero en realidad tienen poco que ver.
Síntomas
La fiebre y el estado general dan pistas para distinguir estas patologías. Si la temperatura corporal supera los 38º C –los niños pueden alcanzar los 40º C– y hay dolor de cabeza, músculos y articulaciones, lo más probable es que se trate de gripe, una infección respiratoria causada por los virus de la familia influenza que se acompaña de debilidad, puede tardar cuatro días en incubarse y que, tras superar la fase crítica de dos a cinco días, puede prolongarse varias semanas.
El resfriado común no conlleva fiebre en los adultos y, en la mayoría de los casos, tiene su origen en los rinovirus, que rara vez suele provocar debilidad, pero sí dolor de garganta, estornudos y mucosidad. El tiempo de incubación es menor, de 24 a 72 horas y, una vez se manifiesta, dura unas dos semanas.
Tratamiento
Estas dos enfermedades se tratan con antivirales, aunque en la mayoría de los casos podrían ser combatidas por el sistema inmunitario del organismo.
Los médicos y autoridades sanitarias no se cansan de repetir que los antibióticos no son eficaces para curar estas enfermedades porque están destinados a infecciones causadas por bacterias y cada una tiene el suyo específico. Además, su mal uso puede generar bacterias resistentes al mismo, lo que impedirá que nos haga efecto si alguna vez lo necesitamos.
Limitar los contactos con enfermos, usar mascarilla, lavarse a menudo las manos con agua y jabón, taparse la boca en caso de estornudo, utilizar pañuelos de papel de un solo uso, ventilar la casa… son hábitos que ayudan y, si el médico de familia lo recomienda, vacunarse. Aún está abierto el plazo.