Citas. Un paseo por el París de los años treinta con Brassaï
En 1924, el húngaro Gyula Halász llegó a París para triunfar como pintor. Se instaló en Montparnasse, la nueva sede de la vanguardia artística, pero cambió los pinceles por la cámara justo cuando la fotografía empezaba a sustituir a las ilustraciones de las revistas. Con su estilo directo y sin artificios, no tardó en convertirse en el pionero de la fotografía moderna firmando sus imágenes como Brassaï, el gentilicio de Brasov, su ciudad natal, hoy en Rumanía.
Su trabajo, recogido en el mítico libro Paris de nuit, publicado en 1932, sedujo a artistas –Picasso, Miró, Matisse, Giacometti– e intelectuales – Jean Genet Henry Miller, Anaïs Nin–, a los que retrató y frecuentó.
Un paso adelante
Pero Brassaï fue más lejos. Cansado del glamour de las celebrities, decidió reflejar los bajos fondos, poblados de chulos, prostitutas, marginados y mafiosos, protagonistas de la sórdida vida nocturna.
La Fundación Mapfre le dedica una ambiciosa retrospectiva con más de doscientas piezas entre fotografías, dibujos, una escultura y material documental, distribuidas en doce secciones.
No faltan sus voluptuosos desnudos femeninos, sus grafitis y fotografías de sus viajes, patrocinados por la revista Harper’s Bazaar, por Marruecos, Brasi l, Italia, Grecia, EE.UU y España, con paradas en el Sacromonte de Granada y el barrio chino de Barcelona.