“La entrevista termina ahora”
Cristina Pardo cerró la segunda etapa de Malas compañías, el programa que aborda casos de corrupción, hablando con dos personas clave en el caso de los ERE de Andalucía, en los que se emplearon 855 millones de euros de fondos públicos en jubilaciones y cursos de formación para falsos parados.
De bar en bar
Preguntando a vecinos de Albanchez de Mágina, Jaén, la periodista localizó en un bar con Juan Lanzas, el exsindicalista de UGT acusado de poner de acuerdo a empresas y trabajadores con la Administración a cambio de comisiones. “Puede que haya hecho cosas mal, pero no me arrepiento. Creo que soy inocente, pero ni yo lo sé”, dijo tras la insistencia de Pardo, que le preguntó si se había llevado dinero. “Mire, no sea más gilipollas, por favor”. Un improperio que ella dejó pasar para seguir con la entrevista.
En Sevilla, Cristina se enteró que en una cafetería se encuentraba Francisco Javier Guerrero, el director general de Trabajo de la Junta de Andalucía entre 1999 y 2008 que llegó a estar en prisión provisional por el caso. “Tenemos el programa grabado, pero quiero hablar contigo”. En principio se muestró abierto a hablar, hasta que llegó su abogado. “La entrevista termina aquí. No va a hablar de nada jurídico”, advirtió. “Pero déjeme hacer las preguntas y me corta si no le parece bien”, propuso Cristina. “Ha metido la pata, esto traerá consecuencias”, dijo el letrado a su cliente.