nos habla de sus últimos trabajos: las series Fugitiva, que se estrena el jueves 5, y El continental, ambas en La 1
Primero lo veremos como salvador de Paz Vega, un cazarrecompensas, y luego viajará a los años 20 para repetir de malo.
Con dos Goya en su poder – aunque dice que le l laman poco para el cine–, confiesa su pragmatismo a la hora de elegir trabajo: “Primero miro la cuenta corriente”. Roberto Álamo vuelve a La 1 tras Águila Roja y Estoy vivo para convertirse en un tipo seductor pero letal en la serie Fugitiva.
¿Cómo defines a José K, tu personaje?
El eje de la serie es la familia Guzmán, con Paz Vega y Julio Bracho. Cuando ella y sus hijos son secuestrados, él recibe el encargo de devolverles a México. Es un cazarrecompensas, a quien yo veo co- mo una hermosísima y elegante serpiente, que cuando muerde es letal.
¿Quiénes son sus víctimas?
Sin duda envuelve con sus artes a Magda (Paz) y a sus hijos, e incluso a Alejandro (Julio). Ellos le verán como su salvador, violento en determinados momentos, pero esa aparente seguridad se desmorona con el contacto humano con la familia.
¿Qué te atrajo de la serie?
Tenía ganas de trabajar con Paz, no la conocía, y cuando me dijeron que estaban también Charo López, Mercedes Sampietro y Pedro María Sánchez, no lo dudé.
¿Qué descubriremos de ti?
Seré un villano seductor y refinado, de los que no suelen aparecer en el índi- ce de malos habituales que conocemos.
¿Qué te atrae de la tele?
Hay un factor vital y es que pagan bien, esto no es Hollywood. Aquí haces una película y tienes solo un mes solucionado.
Pero también lo combinas con cine y teatro.
Desde que gané el segundo Goya ( Que Dios nos perdone, 2017) ya puedo elegir. Me encanta mi trabajo y, si escasea el dinero, elijo la mejor oferta. Ya sé que resulta poco romántico, pero tengo una familia que mantener.
Y también te veremos en El Continental, en La 1.
Sí, es el nombre de un cabaret de los años 20, con chicas en cancán. La dueña es Michelle Jenner, y mi personaje, Baena, trafica con alcohol. El triángulo se cierra con Álex García, dedicado al contrabando de morfina.
¿Cómo es este villano?
A Baena, aunque tiene mucha sangre fría, le doto de cierto refinamiento y encanto para que no sea un malo de los de antes, de levantar la ceja y ser perverso. He tirado mucho de imaginación.
¿Qué distingue esta última producción de otras?
Su creador, Frank Ariza, es un tipo fantástico, que produce, escribe y dirige con apenas 35 años, un crack. Y además, visualmente El Continental es apabullante. No sé si ha habido series con esa estética. Yo estoy alucinado.
Además de la actuación, pintas, escribes poesía, retratas a compañeros…
Esas facetas tienen que ver con una visión poética de la vida, desarrollar solo una no es suficiente. Un analista perspicaz te diría que surgen de la necesidad de crear. Ser actor no es lo más me gusta.
“Ser actor no es lo que más me gusta”
¿Qué crees que te define?
Parecer un tipo duro a veces resulta una carga pero otras abre puertas. Por eso no me peleo con ello. Solo pienso en lo que dijo Robert de Niro, que detesta la palabra ‘tosco’ y le gusta el refinamiento.