“No voy a darle más importancia”
El narrador del mítico partido entre España y Malta reaparece como ejemplo de ánimo y superación.
José Ángel de la Casa cuenta en ‘Un señor
No hay aficionado al fútbol que no reconozca su voz, ligada durante toda su carrera a los partidos de la Selección española –entre ellos el mítico 12 a 1 a Malta– y la Champions League. José Ángel de la Casa, jubilado desde 2007, tres años después de que le diagnosticaran párkinson, reaparece con Un señor de la Casa, un documental dirigido por Ander Duque en el que narra su relación con la enfermedad. “Intento que conviva conmigo y con mi ambiente. No le voy a dar más importancia de la que corresponde. Tengo que tener presente que está ahí y que está en mí”, cuenta a Supertele el periodista deportivo.
Realizado para la Federación Española de Párkinson, el documental, que se ha emitido en Teledeporte y que está disponible en la web de la organización, repasa tanto su vida profesional como la personal. “La enfermedad todavía no me ha causado una discapacidad. Me afecta sobre todo al movimiento. Si cojo peso me desequilibro. Me da pudor desabrocharme la camisa”, reconoce el periodista, que pasó toda su carrera en TVE hasta que aprovechó un ERE cuando la enfermedad se hizo notar. “Nunca lo he ocultado, porque no se puede y porque no me parece adecuado”, dice ahora como ejemplo de superación.
“Tengo presente que está ahí y que está en mí”
El párkinson afecta, según datos de la FEP, a más de 160.000 personas, pero aun así, hay muchos mitos sobre sus causas o síntomas. “Yo no le doy consejos a nadie, lo que hago es ser disciplinado con la medicación y me mantengo activo física y mentalmente”.
Lo que está por venir
La enfermedad no le pilló de nuevas. Su padre lapadeció durante 25 años hasta que acabó postrado en una cama. José Ángel de la Casa reside ahora en Los Cerralbos, Toledo, el pueblo donde creció y donde sigue disfrutando del fútbol, el deporte que tanto le dio. También pasa tiempo en Sevilla, donde conoció a su mujer, la periodista Inma Ruiz . “Juego al golf, cuido de mis almendros y doy clases de piano para las manos”.
No se rinde y mira al futuro sin miedo, porque hasta en los peores momentos, José Ángel demuestra que es un señor.