Otra nueva generación
El porteño, hijo y nieto de actores, ha consolidado su carrera en el cine honrando a su célebre familia.
Estrenará ‘Mirage’, de Oriol Paulo, el 30 de noviembre
La ingeniería industrial fue la primera vocación de Ricardo Mario Darín pero, siguiendo el consejo de su padre, se matriculó en Dirección en la Facultad de Cine de Buenos Aires. Lo suyo era estar detrás de la cámara, como en El secreto de sus ojos, pero no tardó en que le interesaba más lo que había delante. Tras cursar diversos talleres con grandes nombres de la escena bonaerense, como Agustín Alezzo, Nora Moseinco y Claudio Tolcachir, Chino – apodo que le puso su padre al nacer cuando vio sus ojos rasgados– debutó en la televisión con Alguien que me quiera en 2010, a la que le siguieron Los únicos y Farsantes.
Debut español
Muerte en Buenos Aires fue su llegada al cine argentino, tras participar en la comedia española En fuera de juego, pero fue la serie Historia de un clan, sobre la familia Puccio, implicada en los crímenes de la dictadura, la que le hizo famoso y le convirtió en un sex symbol, muy a su pesar.
En 2016, de la mano de Fernando Trueba, volvió a nuestro país para rodar La Reina de España y La Embajada, serie donde conoció a su pareja Úrsula Corberó, culpable de que se haya instalado en la capital, aun extrañando a sus padres y a su hermana Clara.
Menudo, fumador empedernido, enamorado del esquí y con gran sentido del humor, estrena el
viernes Las leyes de la termodinánica, comedia romántica de Mateo Gil que inauguró el Festival de Málaga. A finales de año llegará Memorias del calabozo, de Álvaro Brechner (Kaplan), en el que interpreta al periodista Mauricio Rosencof El Ruso, compañero de cautiverio del expresidente de Uruguay José Mujica, y El Ángel, un biopic del argentino Carlos Robledo Puch, que asesinó a once personas. Estos días ultima el rodaje de Mirage, un filme de ciencia ficción de Oriol Paulo (Contratiempo), con Javier Gutiérrez y Adr iana Ugarte, que llegará el 30 de noviembre.