La excusa del fútbol
KIEV La final de la Champions es solo una razón para visitar la elegante capital de Ucrania.
El estadio olímpico de Kiev, en el monte Cherepanov, acoge la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool el sábado 26. Tiene una capacidad para 65.000 espectadores y se encuentra a media hora de camino de la plaza ( maidán) de la Independencia, centro neurálgico de la capital ucraniana levantada sobre unas colinas boscosas en la orilla derecha del inmenso río Dniéper. Es una ciudad moderna, con muchos parques y templos ortodoxos coronados por cúpulas doradas.
Una columna de 50 metros de altura preside la plaza, epicentro de la Re- volución Naranja de 2004, que reúne edificios neoclásicos y soviéticos y en cuyo subsuelo está el lujoso centro comercial El Globo. La atraviesa el elegante y arbolado bulevar Khreschatyk, de cien metros de ancho y flanqueado por solemnes edificios que fueron destruidos por los rusos antes de la entrada de las tropas nazis, y ahora convertidos en tiendas, cafés, restaurantes y hoteles.
La ciudad alta
Cerca queda el distinguido barrio Lypsky, de estilo francés, con edificios modernistas tan bellos como la Casa de las Quimeras, el Teatro de Ma- rionetas y el Palacio Mariinsky, sede del Gobierno ucraniano.
El núcleo original lo constituye la ciudad alta donde solo queda en pie la Puerta Dorada, la entrada principal de la hoy inexistente ciudadela. Allí destaca la catedral de San Vladimir, el rey que introdujo el cristianismo ortodoxo en Rusia, y el monasterio de San Miguel, un magnífico complejo bañado en añil y oro.
El templo más importante de la ciudad es la catedral de Santa Sofía, un complejo azul, verde y dorado con una decena de cúpulas que alberga la residencia obispal, un monasterio y una torre.
Desde la iglesia de San Andrés y el Castillo de Ricardo Corazón de León, la empedrada cuesta de San Andrés, donde los artesanos venden matrioskas, balalaicas, vodka y caviar, desciende al Podil, la zona portuaria hoy transformada en un pintoresco barrio bohemio, considerado por lo kievitas como su Montmatre.
Hay que reservar una mañana para el monasterio de las Cuevas, el más antiguo de Ucrania. Un impresionante complejo que se extiende sobre dos colinas separadas por un barranco con 20 iglesias, museos y una red subterránea que ha servido de necrópolis ortodoxa.