La vida después de ‘OT’.
Hablamos con Nerea Rodríguez de La llamada, y con Agoney, tras la muerte de su madre
Cuenta emocionada cómo los Javis le propusieron participar en un proyecto suyo el mismo día que fue expulsada de la Academia. A las dos de la mañana, con la maleta en la mano y triste por tener que abandonar el lugar que había sido su hogar durante tres meses, Nerea Rodríguez no se imaginaba que en ese momento se le abría una puerta profesional. Y, además, era su cumpleaños. Un mes después, y ya viviendo en Madrid, empezaba con los ensayos de La llamada, donde encarna a María Casado.
¿Qué te imponía más de este espectáculo?
Mi mayor preocupación era no estar a la altura. El día del estreno me puse muy nerviosa porque nunca había trabajado como actriz en un papel tan importante. Además, vinieron a verme mi familia, mis compañeros de OT y mis amigos.
¿Lo que aprendiste con los Javis te ha servido ahora en escena?
Sí. Aprendí mucho de ellos, sobre todo la confianza que tengo que tener en el escenario para que todo salga bien. No noto la diferencia entre directores de La llamada y profesores. Allí también aprendí que los sueños se cumplen.
¿Cómo fue tu vida nada más salir de la Academia?
Como al resto de mis compañeros, pasé de ser anónima a que todo el mundo me conociera. La televisión y la Academia me han dado mucha visibilidad. Me sigue llamando la atención que me saluden y me miren por la calle.
¿Y qué camino te gustaría seguir?
En el ámbito artístico me gusta todo. Me encantaría seguir interpretando, tanto en musicales como en series, hacer doblaje, con Disney no estaría mal, por ejemplo, y emprender una carrera discográfica.
¿Te has planteado cómo hacer ese camino musical en solitario?
Ahora estoy componiendo, algo que hago desde hace tiempo, pero hay muchas canciones que no tenía acabadas. Quería preparar bien La llamada y, de momento, lo he aparcado. Lo primero que quiero y debo hacer es centrarme en mi carrera discográfica.
¿Has tenido que dejar Barcelona para vivir en Madrid?
Sí, pero yo me lo he tomado bien porque estoy en un gran proyecto. Además, en Madrid también puedes desarrollar otros caminos artísticos. Lo peor ha sido separarme de mi familia y de mis amigos, y que no me gusta vivir sola, así que compartiré piso con un amigo.
¿Y tienes un plan B?
Siempre me ha gustado estudiar y no descarto volver a hacerlo. Haría Psicología o Magisterio. Y seguro que retomaré el inglés.
“He podido comprobar que los sueños se cumplen”