Lydia Bosch
protagoniza La verdad: “El drama me sirve de terapia”
Estoy muy feliz de volver a mi cadena tal ismán”, dice Lydia Bosch, que diez años después de
Los Serrano regresa a
Telecinco con La verdad. Sin identidad, y Gran Hotel, de Antena 3, han sido sus últimos trabajos.
Tu personaje se llama como tú. ¿Cómo es esa Lidia?
Una rebelde que cayó en un letargo los años que duró la desaparición de su hija, y que ahora recupera su fuerza para enfrentarse a todo lo que venga.
¿Cómo sigue la trama?
Vivirá situaciones que le supondrán un viaje a los infiernos. Y de ese largo tiempo mirando la vida con los ojos de su marido y su padre, pasa a tomar sus propias decisiones.
¿Abordar un personaje así te ha removido?
Sí. No puedes evitar pensar en que algo así le puede tocar a un hijo tuyo. Para una secuencia concreta, recurrí a la imagen de uno de mis hijos.
¡En la tele te dan dramas!
Con lo mucho que me gusta reír. Pero disfruto con esos personajes porque son terapéuticos. y como juegas con vivencias ajenas, te sueltas mucho.
¿Qué tal el reencuentro con Ginés García Millán tras Motivos personales?
¡Feliz! Aquella la terminamos iniciando una relación, besándonos en un coche, con un muerto en el maletero, y esta la empezamos ya casados.
¿Y con tu hija, Elena Rivera?
Es una niña adorable, que mira muy bien. Con unos ojos donde agarrarte, tienes mucho trabajo hecho.
¿Anécdotas de grabación?
¡Me rompí el peroné en mi última secuencia! Lo asumí como algo que me traería éxito con esta serie. ¿Sabes que los actores ingleses usan la expresión “rómpete una pierna” para desear suerte? Me pusieron ocho clavos, y un año después estoy genial.
¿Te ves en la serie ?
Soy mala espectadora de mis trabajos, pues siempre encuentro defectos.
¿Qué tal llevas la espera de nuevos proyectos ?
Bien; lo que ocurre sucede por algo y, si hay sequía, aprovecho para hacer otras cosas, como cuidarme con mi entrenador David del Arco, también nutricionista. Me hace sufrir y ser constante.
¿Es cierto que tu hija Andrea quiere ser actriz?
Sí, esta preparándose para ello, mientras estudia Magisterio, y hace campañas de publicidad. Si ese es su sueño, estaré allí cuando necesite mi ayuda, pero no soy la típica madre pesada.
”En mi última secuencia me rompí el peroné”