Viajes. Estambul, escenario televisivo
Descubre esta ciudad mágica, entre Oriente y Occidente, entorno de la telenovela ‘Fatmagül’ que emite Nova.
La vida de una joven de Esmirna que, tras ser violada, se instala en Estambul centra la telenovela turca Fatmagül, que emite con éxito Nova y que muestra la belleza y el magnetismo de la antigua Constantinopla, capital del Imperio otomano, y antes Bizancio.
Su barrio histórico es el Sultanahmet, donde se concentran maravillas arquitectónicas como la basílica cristiana de Santa Sofía, construida por el emperador romano de Oriente Justiniano en el siglo VI; convertida en mezquita por Mehmet el Conquistador en el XV y transformada en museo por Kemal Atatürk, padre de la moderna República de Turquía en el XX.
Frente a ella resplandece la mezquita Azul, del XVII con la que el sultán Ahmet logró superar a la de La Meca –seis minaretes en lugar de los cuatro habituales– y la Cisterna Basílica, un espectacular aljibe interior sostenido por 366 columnas.
La palabra mezquita y Estambul van unidas; hay más de tres mil en la ciudad. De las diez grandes, no se puede eludir la de Solimán el Magnífico, la más grandiosa, proyectada por Minar Sinan, ‘el Miguel Ángel del imperio Otomano’, y el palacio de Topkapi, un inmenso puzle de estancias –destacan el Diván, el harén, las cocinas imperiales y el tesoro– que fue residencia de los sultanes hasta mediados del XIX, cuando se mudaron al neobarroco Dolmabahçe, más cercano al gusto europeo.
La avenida Divan Yolu conduce al Gran Bazar, un laberinto comercial con 67 callejuelas y el más importante de la ciudad con el Bazar de las Especias, junto a la colosal Mezquita Nueva, a orillas del Cuerno del Oro.
De Europa a Asia
El puente de Gálata, con sus restaurantes de pescadores, lleva a Beyoglu, la ciudad moderna, articulada en torno a la plaza Taksim y a la peatonal Istiklal Caddesil. Hay que disfrutar de las vistas de la torre Gálata, tomar un café en el Hotel Pera Palas, donde se alojaban distinguidos via- jeros del Orient Express como Agatha Christie, y pasear por la noche en la zona de Neviza y Tünel.
El estrecho del Bósforo, entre el mar Negro y el de Mármara, corta la ciudad en dos zonas, la europea y la asiática, conectadas por ferris que parten de Eminönü, pasan por el barrio de Ortaköy, con cafés, restaurantes y locales de copeo, y desembarcan en el antiguo de Üsküdar.
En la orilla, al norte del moderno puente del Bósforo y flanqueado por las yalis, palacetes del siglo XIX, se encuentra el Beylerbeyi, residencia de verano de los sultanes. El atardecer desde el Café Pierre Loti, en la colina de Eyüp, el barrio religioso, es toda una delicia.