Y si además tocamos...
■ Tenemos los siguientes beneficios: una mejor coordinación motora, un aumento de la atención y la discriminación auditiva. Además, la improvisación es un estímulo para la creatividad. ■ Un estudio de la Universidad de Concordia de Canadá, el Instituto Neurológico de Montreal y la Universidad McGill, estableció que las clases de música recibidas antes de los 7 años ayudan a establecer conexiones neuronales fuertes. ■ Otra investigación publicada en Journalof Neurosciencetambién constató que tras dos años de educación musical, los alumnos de corta edad tenían respuestas cerebrales más sofisticadas y un lenguaje más desarrollado.