‘El misterio de Hanging Rock’.
Ambientada en Australia, en1900, narra el extraño caso de tres jóvenes y una profesora cuyo rastro se pierde en una excursión a las montañas.
Natalie Dormer protagoniza esta serie de misterio basada en hechos reales
Las montañas de Hanging Rock, conocidas como el monte Diógenes, son una estructura volcánica de seis millones de años a 70 km de Melbourne, en Australia. Sus formas, que a veces parecen caras humanas, y la belleza del entorno, desprenden un halo de misterio y magia que la escritora Joan Lindsay utilizó para ambientar su novela Picnic en Hanging
Rock, hace 51 años. El director Peter Weir (Único testigo, El club de los poetas muertos…) compró sus derechos en 1973 por solo 100 dólares para realizar, dos años después, una de las pequeñas joyas del cine fantástico. Ahora, la compañía australiana Foxtel, con la británica BBC y Amazon Studios, han producido una adaptación de la novela en seis episodios que en Espa- ña estrena COSMO la noche del domingo 24 y que protagoniza Natalie Dormer, de nuevo ceñida por corsés como en Los Tudor y Juego de tronos.
Última década del siglo XIX. Hester Appleyard (Natalie Dormer), una elegante y altiva viuda inglesa, llega al condado de Macedon, Australia, para comprar una y aislada mansión donde fundar una escuela de señoritas y, de paso, huir de su pasado en Londres. “No hay nada como vestirte de un personaje para transformarse”, dice sobre su maravilloso atuendo negro que provoca la compasión de todo el pueblo.
Seis años después, el Colegio Appleyard se enorgullece de su gran prestigio como bastión de la Inglaterra victoriana en el otro extremo del mundo, donde se educan diez adolescentes. Tres de ellas, íntimas amigas, Irma Leopold (Samara Weaving), Marion Quade ( Madeleine Madden) y Mi randa ( Lily Sullivan) son las otras protagonistas de la historia.
Excursión maldita
El día de San Valentín de 1900, las alumnas convencen a la directora para organizar una excursión al sugestivo paraje de Hanging Rock. Allí las tres amigas y una de las institutrices, la señorita McCraw (Anna McGayan), desaparecen sin dejar rastro.