Homenaje al anime nipón
Movistar emite los domingos un ciclo de animación del Studio Ghibli.
Cuando las series de Marco y Heidi llegaron a la televisión española a finales de los años 70, pocos sabían que en Japón se estaba gestando una industria de animación que, con el paso del tiempo, se haría mundialmente reconocida, el Studio Ghibli.
El galardonado director Hayao Miyazaki e Isao Takahata impulsaron su creación en 1985, aportando su gran talento con una for- ma de dibujar diferente, en la que la Naturaleza aparece como un escenario fundamental donde originales personajes viven aventuras, a cual más sorprendente. En 1988, Ghibli dio su primer gran salto internacional con su cuarto largometraje, Mi vecino Totoro, dirigido por Hayao Miyazaki y cuyo protagonista se convirtió en el logotipo del estudio.
El sello Ghibli
El ciclo que empezó el domingo 1 con un maratón todo el día, rinde homenaje a Takahata, cofunda- dor de la industria nipona de animación de cuya muerte se cumplen tres meses. Movistar hace un homenaje especial al estudio del que fue cofundador emitiendo algunas de sus películas más famosas. No faltan títulos como El castillo ambulante (2004) o El viento se levanta (2016), por las que Hayao Miyazaki fue nominado al Oscar –galardón honorífico que le dieron en 2015 por su aportación al cine de animación –.
Pero si hay un trabajo con el que hizo historia es El viaje de Chihiro (2001), la única película de ani- mación de habla no inglesa en lograr la estatuilla. Además de estos títulos, hay programados los filmes de La tumba de las luciérnagas (1988) y El cuento de la princesa Kaguya (2013), último que dirigió, una obra de artesanía que tardó nada menos que ocho años en llevar a cabo.
Este ciclo anime que Movistar emite demuestra que el Studio Ghibli, un verdadero emblema de la industria japonesa de animación, es capaz de competir con gigantes de la talla de Disney o DreamWorks o Pixar.