“Pase lo que pase no me llaméis”
Entre bromas y pullitas a su sustituta, Frank Blanco se despidió de Zapeando con un baile para celebrar que se iba dos semanas de vacaciones. “Estaba un poco nerviosa, pero después de verte bailar, he visto que el listón está muy bajo”, comentó Anna Simon. “Tú hazte la dura, hazte la lista, pero ya me llamarás pidiendo consejo”, le respondió.
Antes de marcharse, el presentador explicó orgulloso: “Nos hemos convertido en historia de la tele. Tenemos un vínculo especial con los espectadores”. Y dejó un contundente mensaje a sus compañeros de mesa. “¡No me llaméis! Pase lo que pase, no existo. Aseguraos de que cuando vuelva el programa sigue. Creo que podréis hacerlo”.
Una moto eléctrica
Como regalo de despedida, los colaboradores le vistieron con ropa de cuero, gafas, guantes y protector solar. Tenían una sorpresa para que disfrutara de sus días libres: una moto eléctrica que acostumbran a llevar las personas de la tercera edad. “Ten mucho cuidado que con eso coges los 15 kilómetros por hora”, bromeaba Cristina Pedroche. Frank, desconcertado, se subió a la moto y empezó a dar vueltas por el plató. “Pero esto, ¿es de gas, diésel o gasolina? ¿Hasta dónde puedo ir?”, decía mientras enfilaba la salida al ritmo de Cuanto más acelero, de Javier Cantero.