Un seductor en la Luna

Tras su paso por Venecia, Toronto y San Sebastián, el actor de ‘La La Land’ se corona como el más ‘cool’.

Comparte su vida con Eva Mendes, madre de sus dos hijas

Elvis Presley tuvo la culpa de que Ryan Gosling se dedicara a la interpretación, una profesión muy alejada de las espectativas de sus padres, rígidos mormones que acabaron divorciándose. Y cuando toda la familia se volcó en el espectáculo que su tío levantó imitando al cantante de Memphis, el joven Ryan halló su vocación.

Nació hace 38 años en London, en la provincia canadiense de Ontario, y pasó su infancia con su madre y hermana mayor Mandi cantando en bodas y practicando ballet, lo que h i zo que tuviera pocos amigos en el colegio del que fue expulsado varias veces.

Chico Disney

A los 12 años su v ida cambió, fue elegido para presentar el programa El Club Disney junto a Justin Timberlake, Christina Aguilera y Britney Spears. Dejó Canadá sin acabar sus estudios y se instaló en EE.UU., donde reside desde entonces.

El creyente, en la que interpretó a un judío neonazi, fue su sorprendente debut en el cine, al que siguió El diario de Noah, uno de los mayores éxitos de su carrera, que le convirtió en el nuevo galán de Hollywood, capaz de lograr que un palillo en los labios fuera sexy, de mirada lánguida e increíble fotogenia, una combinación de masculinidad y vulnerabilidad que ha cautivado no solo al público sino también la crítica.

Half Nelson le brindó su primera nominación al Oscar y marcó su carrera, en la que ha trabajado con autores como Derek Cianfrance (Blue Valentine y Cruce de caminos), Nicolas Winding Refn (Drive y Solo Dios perdona), George Clooney (Los idus de marzo) y Denis Villeneuve (Blade Runner 2049), encasillándose en hombres serios, taciturnos y de pocas palabras. Tras La La Land, con el que ganó el Globo de Oro, vuelve a trabajar con Damien Chazelle en First Man, en la que interpreta al astronauta Neil Armstrong, un tipo aún más hierático e inexpresivo que él.

Sin proyectos a la vista, el canadiense más atractivo, con permiso del primer ministro Justin Trudeau, amante de los jerséis imposibles con los que ha creado estilo, disfruta de una vida privada con Eva Mendes, a quien conoció en Cruce de caminos, y sus dos hijas, en Los Ángeles.